El estudio que lleva a cabo la Consejería de Medio Ambiente en el entorno de la capital onubense y La Rábida para la identificación de malos olores y sus posibles focos de origen, concluyó los primeros dos meses de mediciones sin identificar episodios significativos. Eso sí, la empresa que lleva a cabo el trabajo, actuó a partir de 12 tipos de olores calificados como "malos". Se trata del primer informe parcial de un estudio que se extenderá a lo largo de un año y que está basado en 18 días de observación. Cada una de ellas supone 60 registros sensoriales, por lo que el total asciende a 4.320 que tratan de identificar la presencia, la intensidad y el carácter de cada uno de los olores. Los resultados se presentan en términos de frecuencia de percepción por parte de 10 panelistas que identificaron cada uno de ellos, especialmente aquellos que pueden suponer molestias para la población. "Tendremos las conclusiones definitivas cuando acabe el estudio que es de un año, aunque cumplimos el compromiso de dar a conocer los datos cada dos meses", reconoció el delegado provincial de Medio Ambiente, José Antonio Cortés.

En lo que se refiere a los olores descritos como "fosfoyesos, aguas residuales, químicos, asfaltos, ácidos azufrados, aceites vegetales, amoniaco o pescado", la frecuencia a lo largo de este periodo de tiempo no supera el límite establecido del 10%, considerado como el valor máximo aceptable de exposición para zonas residenciales en las que se fundamenta la actuación de la Junta en el entorno de la capital.

La categoría definida como "otros" agrupa algunos olores de carácter difuso, característicos de un ambiente urbano (tráfico, comida, chimenea...) y rural (vegetación, ganadería...). En Huelva también contempla el descriptor de olor "marisma". En dos celdas se llegó al 6% y en el resto fue nula. En cualquier caso, estos resultados no son relevantes en términos de impacto al tratarse de una suma de olores propios de áreas urbanas y rurales. Para el olor "fuel-gasoil" se ha detectado una frecuencia de olor del 6% en una sola celda y es nula en las demás.

Por último, el estudio conlleva un tipo de olor "total o global", que es la suma de la frecuencia de todos los olores cuyos focos de emisión pertenecen a los polígonos industriales de la Punta de Sebo y de Nuevo Puerto: fosfoyesos, aguas residuales, químico, farmacéutico, asfalto denso, refino, ácido azufrado, aceite vegetal, amoniaco-urea, pescado-amina y fuel/gasoil.