La Nava celebra estos días su fiesta del melocotón. Cientos de personas de todos los pueblos de la Sierra acuden a este pueblo para participar en esta cita, que supone la unión entre las pueblos serranos ya que agrupa personas de diversas procedencias.

La pelá del melocotón es un acto previo que se celebra a la gran fiesta y en la que participan muchas personas. El hecho de que generaciones enteras se dediquen a la monda del fruto convierte la pelá en un hecho de afirmación de La Nava.

Los navinos y las navinas pelan cientos de kilos de melocotones para ofrecerlos a los serranos, a miles de visitantes que llenarán sus calles en la fiesta. Les ceden parte de su tierra, de su fruto, de su propia existencia milenaria a través del ponche. Se trata de un néctar muy dulce que se reparte gratuitamente entre los asistentes en la fiesta del melocotón.

La plantación de melocotón y regadío de la localidad es inconfundible y se cuida cada año. Para ello, el Ayuntamiento que dirige Francisco Fernández Jaramago está empeñado en proyectos al más alto nivel para conseguir que el agua vuelva a surcar las lievas y que los jóvenes aprendan unas técnicas que corren el riesgo de desaparecer. Sin lugar a dudas, son proyectos necesarios para potenciar las posibilidades de la localidad serrana.

La sencillez de estos vecinos se plasma en la generosidad con que ofrecen el ponche a todo visitante, reiteración de otras celebraciones navinas como la matanza popular o la romería en torno a la ermita de las Virtudes, pero también en la inclusión en la fiesta de elementos de profundo significado popular, como el cartel de las fiestas y el tradicional monumento con los que cada año se aporta una estética especial.