Nueva consejería de medio ambiente

Bailando con linces

  • La nueva consejera se enfrenta a la construcción del Anillo Hídrico de la Sierra y el trasvase del Condado · El cierre ordenado de Fertiberia y el control del cesio de Mendaña serán otros asuntos

Contaminación, aguas, espacios naturales, incendios forestales... Las competencias que desde este momento acumula la flamante consejera onubense de Medio Ambiente, Cinta Castillo, son numerosas, en un departamento con funciones amplias y en el que hereda diversas cuestiones pendientes de su antecesora, Fuensanta Coves. De peticionaria en el Parlamento a gestora en la Consejería, Castillo se tendrá que enfrentar en los próximos meses a retos de calado en toda la comunidad autónoma y de ella se espera que preste una especial atención a los problemas existentes en la provincia desde la que ha desarrollado toda su carrera política. Que son muchos y variados.

Sistema hidráulico

La política de aguas será sin duda una de la que más quebraderos de cabeza traerá a la nueva consejera. La aprobación de la Ley de Aguas y la asunción de competencias de la cuenca del Guadalquivir serán dos de sus grandes retos (así lo ha reconocido ya la consejera), pero en el caso concreto de la provincia de Huelva también tendrá que hacer frente a otras cuestiones como el trasvase de agua al Condado, los cinco hectómetros cúbicos de agua que se prevé transferir desde la Cuenca Atlántica a la parte onubense de la del Guadalquivir para garantizar el abastecimiento de agua para consumo humano y a los regadíos, eliminando así extracciones del acuífero Almonte-Marismas.

Este trasvase, muy reclamado por los agricultores del Condado, ya fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado mes de febrero y las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura quedaban encargadas de elaborar un plan de actuaciones, pero aún carece de fecha para su puesta en marcha entre críticas de la oposición.

Tampoco es menos esperado el Anillo Hídrico de la Sierra, la infraestructura que se prevé para garantizar el abastecimiento en los pueblos serranos que vienen sufriendo problemas en los meses de verano. Se trata de una gran obra hidráulica, de la que se viene hablando desde hace años, pero que aún está en fase de proyecto. Mientras tanto, la Agencia Andaluza del Agua prevé ejecutar actuaciones de urgencia por valor de ocho millones de euros.

El Plan de Ordenación de Regadíos para regular los existentes en el Norte de Doñana será uno de los principales documentos a elaborar en esta legislatura. Pensado también para disminuir la presión sobre el acuífero, será redactado junto a la Consejería de Agricultura y permitirá la actuación sobre 3.331 hectáreas de cultivos en la zona del Condado. Y quedan pendientes también las conexiones de la presa del Andévalo y la participación de la Consejería en la presa de Alcolea y otras obras de interés general en la provincia.

Fertiberia

Una de las cuestiones de mayor calado que tendrá que resolver la nueva consejera será la restauración de las balsas de fosfoyeso que Fertiberia tiene en la capital. Son 1.200 hectáreas, en parte ya revegetadas, que están condenadas a dejar de utilizarse por sentencia de la Audiencia Nacional. Una vez que la Dirección General de Costas alcance un acuerdo con Fertiberia sobre la fecha en la que se pondrá fin a los vertidos de fosfoyeso (se prevé que sea en el entorno de 2012), la empresa tendrá que presentar ante Medio Ambiente un plan de cierre que incluya la restauración ambiental de la zona.

Además de los fosfoyesos, la Consejería tiene otra cuestión pendiente en la concesión de Fertiberia (aunque ajena a esta empresa): el control del centro de recuperación de inertes, el lugar en el que fueron depositados residuos contaminados con el isótopo radiactivo cesio-137. La Empresa de Gestión Medioambiental (Egmasa), dependiente de la Consejería, ha sido la encargada de llevar a cabo un programa de confinamiento de los residuos y control de la zona desde que en 1998 fueron depositadas allí las cenizas radiactivas de Acerinox. Recientemente el Tribunal Supremo confirmaba que era Egmasa la que debía hacerse cargo de ese control de los residuos y el Consejo de Seguridad Nuclear exigía a la empresa corregir fallos que se habían detectado en el confinamiento del material contaminado y presentar un nuevo plan de control, así como restringir de forma efectiva el paso a la zona en la que están enterrados los residuos. Por ahora se ha instalado una valla (aunque el paso sigue siendo posible) y se están elaborando los informes requeridos, pero Medio Ambiente aún tiene trabajo por hacer.


Infraestructuras

El departamento de Castillo tiene por delante una dura tarea con dos infraestructuras de comunicación: los puentes de Manterola y la carretera Huelva-Cádiz. En el primero de los casos, la Delegación Provincial de Medio Ambiente tendrá que tramitar el estudio de impacto ambiental de la nueva conexión con Punta Umbría, que ya ha levantado las iras de los ecologistas; a ellas contestaba ayer la delegada en funciones, Isabel Rodríguez, asegurando que se hará con "todas las garantías ambientales".

En cuanto a la conexión entre las dos provincias vecinas, Castillo se pronunció al respecto en su toma de posesión que esta unión se realizará pero "con el objetivo de no perjudicar en ningún extremo ni al entorno ni a Doñana". Unas declaraciones de continuidad con lo expresado por su antecesora, Fuensanta Coves, y que no aclaran si se refiere a la conexión por Sevilla u otra vía, pero que han provocado que Ecologistas en Acción amenace con movilizarse si se lleva a cabo una carretera que no sea la conexión por la futura SE-40.

La aplicación del Plan Andaluz de Acción por el Clima, la continuidad del programa de cría en cautividad del lince o la lucha contra los incendios forestales serán algunas de las otras cuestiones a las que se tendrá que enfrentar en breve Cinta Castillo. Le quedan cuatro años por delante.

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