fútbol división de honor

El Cartaya falla lo imposible

  • La Olímpica Valverdeña sale viva de un partido que incluso pudo ganar en el minuto 88

  • Los locales buscan la victoria ante un rival sólido atrás

Siempre que uno está en el límite debe ser consciente, hablando de fútbol, que la angustia se pone a jugar al lado de la pelota, con todo lo que ello comporta. La responsabilidad se apodera de todo. No quieres la pelota porque temes equivocarte, lo que conduce al partido a una moneda al aire. Por eso, se precisan, en momentos así, futbolistas completos, que sonrían en la adversidad, que desdramaticen, que pidan la pelota sin temor.

Esa era la presentación del derbi de la categoría entre el Cartaya y la Olímpica, ambos en el máximo apuro, desesperados, entonando el mea culpa por cómo les va en la Liga. Y así, en los primeros 45 minutos, quedó claro el panorama. Puntos de inflexión en todas las partes del campo, señales de prohibición por todas partes y al que Dios se la dé, que San Pedro se la bendiga.

Justo hasta que se alcanzó la media hora de partido. Ahí fue cuando el Cartaya se dio cuenta que con esa apuesta no llegaría a ninguna parte, entre otras cosas porque la Olímpica, de natural paciente, se atrincheró atrás para que inventaran los de arriba. Sin resultado.

Al m. 29 de la primera mitad, un centro medido de Souto lo remató Ceada fuera cuando se cantaba gol en la grada. Un minuto después la tuvo Nene, otra ve fuera, de chilena. Así acabó la primera mitad, con el Cartaya yendo y con la Olímpica reculando.

La segunda mitad fue diferente. Los equipos dejaron complejos en el vestuario y a partir de ahí, en la locura, la Olímpica fue mejor, con Braulio y Cata en plan conquistadores, una ocasión para cada uno. En esos primeros instantes el Cartaya se desconectó, y a punto estuvo el equipo valverdeño de aprovecharse. De vuelta a la normalidad, con el paso de los minutos, el equipo local fue creciendo, asumiendo responsabilidad pero al mismo tiempo mirando por el retrovisor, pendiente de las contras valverdeñas. Así, Jacobo, Nene y Ceada las tuvieron de todos los colores, especialmente una de Nene, a puerta vacía, increíble. Se le marchó por encima del larguero.

Con el Cartaya desnudándose en ataque en pos de la victoria, y con la Olímpica metiendo centrales para sujetar el empate a cero, una contra de cine de Cata la salvó de milagro Bocanegra cuando el partido ya agonizaba (m. 88). Lo que hizo el portero del Cartaya es para hacerle un monumento en la plaza Redonda.

Al final, empate que no satisface a ninguno, aunque el Cartaya se quedó especialmente tocado. En situaciones así, de emergencia, fallar lo que falló ayer acaba condenándote. La esperanza, por agarrarse a algo, es que ya llega a la portería contraria.

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