El Atlético Onubense no pudo cerrar la liga con un final feliz y la derrota ante el Guadalcacín le condena al descenso de categoría.

Los caprichos del fútbol. Un deporte tan grande que es capaz de dar muchas alegrías pero en décimas de segundo te puede hacer pasar el peor rato de tu vida. Así es como ha vivido el Atlético Onubense este final de temporada. Con tres victorias consecutivas, la esperanza de mantener la categoría era mayúscula, pero jugársela con un equipo en su misma tesitura y que tenía el campo a favor, se hace más difícil.

El conjunto de Jesús Vázquez dependía de si mismo para lograr la permanencia, incluso un empate le valía si el Alcalá y Los Barrios perdían sus respectivos partidos e incluso si los empataban, pero no pudo completar la proeza y cayó en Guadalcacín, lo que, unido al resto de resultados, hace que el filial se despida de Tercera División tras dos años en la categoría.

El once de Jesús Vázquez estuvo repleto de novedades debido a las bajas (hasta seis) por lo que alineó incluso a jugadores del División de Honor como Ponce y Diego Domínguez.

Comenzó el partido con el Atlético Onubense queriendo mandar en el césped pero poco a poco fue el conjunto local el que controló el envite y elevó el nerviosismo en la parroquia onubense. Los de Alberto Vázquez no tenían el balón pero sí las oportunidades. El primer tiro y ocasión para los locales hizo que Vichi tuviera que emplearse a fondo; la réplica llegó en las botas de Manu Torres, que se encontró con el meta Brian. Con el paso de los minutos el Atlético Onubense levantó el pie del acelerador, contagiándose del juego del rival y abusando de balones aéreos. La primera ocasión clara la tuvo Marín (m. 20) tras rematar un balón colgado al área que cabeceó al palo, por suerte para el primer filial del Decano.

En los siguientes minutos el rival apretó y pisaba con más asiduidad el área visitante. Con los resultados, todos favorables para ambos conjuntos, la sangre no llegaba al río, pero sí al césped. Un choque fortuito entre el defensa Juanma y el delantero Canty hizo que las asistencias tuvieran que trabajar con ambos jugadores, dejando al delantero azulón con un aparatoso vendaje en la cabeza.

Tras controlar el partido después de unos minutos en los que el conjunto local apretó sobre la meta de Vichi, se llegó al descanso sin goles y con los dos equipos logrando la permanencia virtual.

Tras el descanso llegarían los peores minutos del partido para los onubenses. El Guadalcacín dejó de coquetear y se echó arriba en busca del gol que le diera el triunfo. En el m. 50 Canty adelantó a los suyos con un gol tras un rechace de Vichi, que no logró atajar el cuero y el nueve anduvo listo para embocar el balón en las mallas. Se ponían las cosas muy complicadas y el filial debía anotar dos goles para evitar el fatal desenlace, por ello Jesús Vázquez movió el banquillo en busca de la reacción. Con los cambios el filial tuvo más en su poder el control del balón y al Guadalcacín no le quedaba otra que andar seguro atrás y aprovechar las contras con balones largos a sus delanteros.

Misffut tuvo el empate (m. 70) con un remate al larguero, pero la suerte le dio la espalda ayer al filial en el choque más importante de la temporada.

El Guadalcacín supo controlar el partido y los tiempos, dejando sin opciones al conjunto de Jesús Vázquez, que incluso ni con un empate le hubiera valido. El cuadro local sufrió en el descuento la expulsión de Rodri, pero el marcador permaneció inamovible.

Triste final para un filial que lo intentó hasta el último hilo de vida que le quedaba. Se ganó soñar con la permanencia, pero el Guadalcacín convirtió el sueño en una pesadilla, devolviendo al equipo onubense a la División de Honor.