El Athletic Club de Bilbao que entrena Joaquín Caparrós, que se ha colocado octavo después de ganar el domingo en San Mamés al Getafe por 1-0, no alcanzaba esa plaza en la clasificación desde hace casi tres años, concretamente desde el 7 de mayo de 2005.

En aquella fecha el equipo rojiblanco ganó por 2-0 al Zaragoza, y ascendió de la novena a la octava plaza a cuatro días para el partido de vuelta de las semifinales de Copa frente al Betis que el conjunto dirigido entonces por Ernesto Valverde perdió en la tanda de penaltis.

Aquella eliminación marcó el comienzo de la acusada tendencia negativa. Tras dejar pasar la opción de volver a una final de Copa veinte años después, el conjunto bilbaíno cerró la temporada con tres derrotas consecutivas frente al Real Mallorca (4-3), Numancia (0-2) y Espanyol (2-0) que le abocaron a la novena posición al final de la Liga.

La siguiente campaña, ya con José Luis Mendilibar en el banquillo, el Athletic comenzó como líder después de ganar a la Real Sociedad en la primera jornada y gracias a aquel 3-0 aguantó en la primera mitad de la tabla otras dos semanas tras empatar en Getafe (1-1) y perder en casa con el Mallorca (1-2).

La derrota de la cuarta jornada en el Santiago Bernabéu (3-1) hundió definitivamente al Athletic en una profunda depresión que le llevó a ser colista durante cinco jornadas (de la 9ª a la 13ª) y que en sus mejores momentos, ya al final del agónico ejercicio que concluyó Javier Clemente, sólo le dejó respirar en la 12ª plaza.

No fueron mejor las cosas la pasada campaña. El equipo rojiblanco arrancó con un empate en 'La Catedral' frente a la Real Sociedad que le ubicó octavo, pero la posterior derrota en el Ruiz de Lopera (3-0) le envió al furgón de cola hasta la conclusión de otro frustrante año. Primero con Félix Sarriugarte, durante las doce primeras jornadas, y más tarde con José Manuel Esnal 'Mané', el Athletic se movió durante toda la temporada entre los puestos 19º y 15º para acabar en el 17º gracias a la recordada victoria final frente al Levante.