La bailaora Patricia Guerrero (Granada, 1990), merecedora del Premio Nacional de Danza y uno de los nombres más destacados de la escena actual, se hará cargo de la dirección del Ballet Flamenco de Andalucía. La granadina, según ha podido saber este periódico, se ha impuesto a otros candidatos en el proceso de selección y tomará el testigo de Mario Maya, María Pagés, José Antonio, Cristina Hoyos, Rubén Olmo, Rafaela Carrasco, Rafael Estévez y Úrsula López, que ocuparon anteriormente el mismo cargo en una entidad en la que Guerrero trabajó como intérprete.

Formada en la academia de su madre, María del Carmen Guerrero, la bailaora también contó con la tutela de Mario Maya y pronto se reveló como una artista precoz que encadenó reconocimientos y logros. Con 17 años es distinguida con el Premio Desplante en el Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, Murcia. En 2010 entra en la Compañía de Rubén Olmo y, al año siguiente, se convierte en primera bailarina del Ballet Flamenco de Andalucía.

En su carrera en solitario y con su propia compañía se ha ganado la admiración de los espectadores con propuestas como Catedral, que recibió el Giraldillo a la mejor espectáculo de la Bienal, o Deliranza. Guerrero es una artista habituada a las colaboraciones y a transitar por muy diversos registros: son frecuentes sus alianzas con la Accademia del Piacere, formó parte del D. Quixote de Andrés Marín y en 2021, el año en que el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Nacional de Danza, protagoniza, como invitada del Ballet Nacional de España, La Bella Otero, una coreografía de Rubén Olmo.