Crítica de Cine fila siete

Vicente

Hermanos en guerra

'1944'

Multicines Al Andalus Punta Umbría.- Producción: Estonia, 2015.- T.O.: '1944'.- Duración: 100 minutos.- Dirección: Elmo Nüganen.- Guión: Leo Kunnas.- Fotografía: Rein Kotov y Mart Taniel.- Música: Jaak Jurisson.- Montaje: Kimmo Taavila y Tambet Tasuja.- Intérpretes: Matt Pius, Mait Malmsten, Ain Maeots, Magnús Mariuson, Kristian Sary, Maiken Schmidt, Rain Simmul, Ivo Uukkivi, Henrik Kalmet, Marko Leht, Kristian Uksküla, Tönu Oja

Uno de los grandes valores del cine bélico actual es el de revelar muchos crueles capítulos de las grandes conflagraciones que ha librado el mundo a lo largo de su historia. Son incontables las películas que han llevado a la pantalla distintos y dolorosos pasajes de las dos últimas guerras mundiales, especialmente la segunda. Pero es seguro que aún quedan muchos que no se han contado o que ni siquiera han merecido una pequeña mención en los libros de historia. El de esta película es uno de ellos. Puede sorprender al espectador habitual la presencia de una película estonia en nuestras pantallas. Ésta que puede ser la primera vez que un film de esta nacionalidad se vea en las salas onubenses, lo es por doble motivo: porque ha sido un suceso de taquilla en este pequeño país con récords inéditos en el número de espectadores y porque se trata de una visión de la guerra que en el cine no hemos visto muchas veces.

En el curso de la II Guerra Mundial, en 1944, Estonia, se vio inmersa en los enfrentamientos entre alemanes y rusos, soviéticos en la denominación de entonces, hollada y destruida por unos y por otros. Un campo de batalla en el que se vieron involucrados los soldados estonios que tuvieron que tomar partido de un lado o de otro según las circunstancias, unos luchando a favor del Ejército Rojo y otros del Waffen, cuerpo de élite de las SS, ya que fueron alistados a la fuerza en uno u otro bando, condenándoles a una guerra entre hermanos en un conflicto que no era el suyo y en el que nada tenían que ganar aunque sí mucho que perder.

Después de más de setenta años, la película se realizó en 2015, el actor y director estonio, Elmo Nüganen, coprotagonista de Mandarinas (2013), que fuera nominada al Oscar, inédita en Huelva, reconstruye de manera objetiva y realista esta tragedia nacional, este enfrentamiento entre quienes tuvieron que luchar contra seres queridos. Si la guerra de por sí es un acontecimiento irracional, lo es mucho más cuando quienes se enfrentan son hermanos, familias, vecinos queridos y compatriotas contra su voluntad en un conflicto que no les afecta. El director lo ha hecho de una manera directa y realista, sin concesiones, descarnada y muy duramente para evidenciar la auténtica naturaleza del drama. Esa distinta visión de los soldados estonios provoca en el relato una dimensión aún más trágica para testimoniar sin ambages el alcance adverso de tan crueles sucesos.

Desde su arranque con una escena del más puro cine bélico, con estilo muy personal con una perspectiva diferente a lo que es habitual en estas historias bélicas, Elmo Nüganen, ha dirigido con presteza y eficacia visual a pesar de la evidente escasez de medios técnicos, las escenas de acción, las secuencias bélicas y emprendiendo un giro narrativo para que la película resulte, además de una contundente condena de la guerra, un auténtico alegato antibelicista, un imprescindible documento histórico de la sin razón de la II Guerra Mundial y de uno de sus más penosos y amargos acontecimientos.

Quiroga

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