leopoldo Barona Vallecillo

Carrera Oficial impuesta al Señor de Huelva

Cuanto te queremos Señor de Huelva, Nazareno bendito de la Concepción, timón y guía de nuestras vidas, consuelo de nuestros males, artífice de nuestras alegrías, resplandor de la madrugada y del amanecer del Viernes Santo.

Cuantas madrugadas, con tu presencia y la de tu Madre la Amadísima Virgen de la Amargura, acaparando todos los rezos, súplicas, y fervores de Huelva, así año tras año, que para eso tus hijos, fundaron hace más de cinco siglos la hermandad. Para que en la madrugada del Viernes Santo esparcieras con infinito amor las gracias de la que tanto estamos necesitados.

Generación tras generación, vamos a tu encuentro familias enteras, imbuidas por el amor que le tenemos a tu venerada imagen, para rezarte, extasiarse con tu mirada, y agradecerte el que nos haya escogido para formar parte de tus elegidos.

Sin embargo, quiero contarte, Señor, que cofrades que representan a otras hermandades te obligan a pasar por un trayecto que llaman Carrera Oficial, recorrido muy cuidado, bellamente exornado y cuyo paso por dicho lugar le otorga especial brillantez a las cofradías que desfilan bajo otras advocaciones durante los días de Semana Santa, motivado porque evidentemente concurre un numeroso público respetuoso con lo que contemplan. Sin embargo, llegada tu madrugada, todo el respeto que merecen las cofradías y sobre todo las imágenes sagradas, desaparece. Los abonados de los palcos no los ocupan, y se llena de personas muchas de las cuales mantienen actitudes irreverentes, y nada ejemplarizantes que desdicen el buen nombre de Huelva y su Semana Santa. Por lo que cabe preguntarse el porqué se vuelve a apelar una y otra vez a la obligatoriedad de paso por la Carrera Oficial, sin argumentos convincentes, más bien por razones ocultas o simplemente por la creencia que se estaría ante un trato de favor que no se debe tolerar. Es que queremos a pesar de todo llevar al Señor de Huelva, como así te proclaman a boca llena algunos fervientes abanderados de la obligatoriedad de Carrera Oficial, a un lugar donde no se le recibe con el debido respeto. ¿No es ello suficiente motivo?

Nos distinguimos los cofrades, por mantener las tradiciones, y una de ellas de forma continuada en sus siglos de existencia ha sido el caminar del Nazareno sin pasar por la Carrera Oficial, así se vino haciendo, ninguna hermandad se sintió perjudicada ni manifestó nada en contra. Es ahora cuando algunos se alzan en verdaderos adalides del conocimiento más purista sobre el tema tratado y con sus opiniones arrastran a personas de buena voluntad, pero sin suficiente criterio.

Pero en cualquier caso Señor, por donde te hagan caminar, estaremos siempre a tu lado y esperamos que algún día impere la reflexión, por el bien de nuestra singular Semana Santa.

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