PERICO Rodri no se presentaría como candidato a la Alcaldía en las próximas elecciones si el ministro de Hacienda, el señor Cristóbal Montoro, no le hubiese autorizado la petición del préstamo de 65 millones de euros concedido por Cajalmendralejo en la reunión que ambos mantuvieron en Madrid unos días antes de que el propio Perico hiciese publico que se presentaba nuevamente como candidato. O lo que es lo mismo: Perico se veía seguro perdedor en aquellas circunstancias y sabía que solo una fuerte campaña de lavado de imagen sostenida por el dinero de ese préstamo le podría dar alguna, aunque escasa en mi opinión, posibilidad de ganar en estas sus últimas elecciones.

Era tan evidente en aquel momento el estado de abandono, suciedad y deterioro de Huelva que llegar así a las municipales hubiese supuesto la pérdida segura de la Alcaldía. Por esa razón y no por otra se pidió ese préstamo que económicamente todavía ahoga más al Ayuntamiento y a los vecinos y vecinas, pero que facilita y le permite hacer la campaña electoral a Pedro Rodríguez, que es lo único que a él le interesa en este momento.

Éste era sólo el primer flotador que su amigo Montoro echaba al naufragado Rodri para que intentase ganar sus sextas elecciones.

A sólo unos meses de las elecciones del próximo mes de mayo, el alcalde firmó un contrato de limpieza multimillonario de más de 177 millones de euros por diez años con la empresa Cespa. Otro crédito encubierto que supone una auténtica losa económica por muchos años para esta ciudad, pero que al alcalde le da igual. Su único interés consiste en llevar a cabo un plan de limpieza y reposición de contenedores para cambiar, hasta las elecciones, la imagen de abandono y suciedad de la ciudad. La diferencia es que esta vez ha ido a la casa de empeños a entregar lo poco que le quedaba a Huelva. Ya antes había empeñado de mala manera la otra joya de los onubenses: Aguas de Huelva.

Pero la operación de maquillaje urbano de Huelva de Perico Rodri durará hasta mayo de 2015, hasta las elecciones. El alcalde la ha diseñado como quien prepara un festín para presumir de lo que no tiene y engañar al pretendiente de su hija o hijo. Cuando acabe la fiesta se quitará de en medio y dejará la factura pendiente, la roncha, una vez más le llegará a los onubenses.

La operación de maquillaje es pura campaña electoral. De la misma manera, con el préstamo ha llevado a cabo las obras del aparcamiento del antiguo estadio Colombino y el de la calle Tariquejo, así como el arreglo de acerados en algunas calles de Isla Chica y obras menores de mantenimiento y reparación en algunas barriadas, que son sólo actuaciones de lavado de cara, electoralistas, que se llevan a cabo aunque para ello haya dejado endeudado al Ayuntamiento por más de treinta años hasta límites escandalosos.

Todo ello con un único objetivo: intentar ganar nuevamente las elecciones sin importarle lo mas mínimo lo que venga después.

La situación económica del Ayuntamiento de Huelva ya es escandalosamente insostenible y la presión que sufren las familias de Huelva, con tasas e impuestos exageradamente altos, insoportable. Y todo esto ocurre por obra y gracia de un alcalde gastoso y caprichoso al que sólo le importa la fachada aunque las telarañas, el polvo, la humedad y las deudas corroan la ciudad y el futuro de nuestros hijos e hijas.

La realidad, sin maquillaje, es que el alcalde ha faltado a su 'famosa' palabra y no ha dudado en despedir a trabajadores y trabajadoras de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) y de la Oficina de Recaudación Municipal. Una realidad, la liquidación de empresas públicas municipales y la ejecución de despidos, que le quita cualquier valor a la palabra de Perico Rodri que siempre se jactaba de decir y prometer públicamente que "No se despediría a nadie". Ya no es creíble ni cuando pide perdón.

La realidad, sin operaciones de cirujía estética, es tozuda. Este alcalde ha dilapidado el poco patrimonio municipal de valor que teníamos los y las onubenses: Vendió el 49% de una empresa rentable como Aguas de Huelva y regaló la gestión y los beneficios de la misma a Aguas de Barcelona y vendió el parking de la Casa Colón solo para hacer caja.

El fruto de esta afición de Perico Rodri por el gasto desmedido es ya un tsunami en forma de deuda bancaria, que con los intereses supera ya los 360 millones de euros. Para los de mi generación, los que conocemos el valor de la peseta, eso significa 60.000 millones de pesetas.

Si cogemos las cifras aportadas por la propia Intervención Municipal referidas al cuarto trimestre de 2014, la deuda a proveedores supera los 43 millones de euros. La deuda municipal conocida hasta hoy al completo (con bancos y proveedores) supera los 404 millones de euros. O lo que es lo mismo: 67.219 millones de pesetas.

Y a los que han tenido la fortuna de cobrar se les ha pagado con un retraso medio de 204 días y a los que aun no han cobrado, que suman mas de 5.000 facturas pendientes de cobro, llevan esperando mas de 730 días (casi dos años). Todos estos retrasos en el pago han provocado que el Ayuntamiento haya desembolsado por intereses de demora nada menos que 4,6 millones de euros en este último trimestre.

En materia económica el Ayuntamiento nunca dice la verdad. Frente a los datos que aporta el interventor municipal en su informe, están los que ofrece el equipo de gobierno del Partido Popular, que en escasas ocasiones son ciertos. En esto como en lo referente a los despidos, la palabra de los responsables municipales del PP, con el alcalde al frente, tiene nulo valor.

Cómo puede uno festejar la situación del Ayuntamiento y "soñar con el futuro de Huelva" cuando en este 2015 se tiene que pagar 53.000 euros al día a los bancos. Y el próximo año, que ya no será electoral, 110.000 euros al día.

El Ayuntamiento que nos encontraremos quienes gobernemos esta ciudad en el futuro será un Ayuntamiento de tierra quemada. Por eso, Huelva no se puede permitir por más tiempo un gobierno de Perico Rodri, por eso urge desalojarlo democráticamente de la Alcaldía el próximo 24 de mayo.