Cines Artesiete Holea Huelva.- Producción: España, 2014.- T.O.: 'La isla mínima'.- Duración: 105 minutos.- Dirección: Alberto Rodríguez.- Guión: Rafael Cobos y Alberto Rodríguez.- Fotografía: Alex Catalán.- Música: Julio de la Rosa.- Montaje: José M. G. Moyano.- Intérpretes: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Nerea Barros, Jesús Castro, Salva Reina, Manolo Solo, Jesús Carroza

Creo que no hay texto más valioso para documentarse sobre el fascinante territorio donde transcurren los hechos que nos presenta esta película que el libro de Jorge Molina, entrañable compañero periodista, nacido en Cumbres Mayores, que vivió de niño en sus aledaños. Doñana, todo era nuevo y salvaje (2011), que, además de descubrirnos una espléndida visión de ese paraíso natural, nos revela la realidad social, política y humana de esa zona inmediata que se convirtió en el mayor arrozal de Europa entre 1940 y 1970. En un trabajo duro y despiadado, miles de labriegos, proscritos, penados y desterrados daban una imagen poco humana de este profundo sur y de un lugar discordante y de dramáticos contrastes entre un edén privilegiado y un yunque de humedales donde se forjaron miserias y adversidades que a otros enriquecieron.

En este marco único de imprevisible horizontalidad y contradictorias realidades, la Isla Mínima, en las marismas del Guadalquivir, desarrolla Alberto Rodríguez esta excelente película, cuyos hechos se sitúan en 1980. Sus protagonistas son dos policías de Madrid: Juan y Pedro. Acuden a este desconocido y extraño paraje para investigar la desaparición y brutal asesinato durante las fiestas de la localidad de dos chicas adolescentes, hijas de un humilde matrimonio. Superando sus propias diferencias ideológicas emprenderán sus pesquisas topándose con diversos sospechosos en número mayor de lo que esperaban en una comunidad donde las mujeres no tienen valor alguno para los lugareños

Alberto Rodríguez con la solvencia que le han proporcionado películas suyas como 7 vírgenes (2005) y sobre todo Grupo 7 (2012), vuelve ahora al thriller en el entorno temporal de los años posteriores a la transición, cuyas incidencias ideológicas han dejado su huella en la película donde el marco apasionante de los acontecimientos es factor de poderosa atracción para los espectadores. El film, cuyo lanzamiento publicitario ha sido espectacular, ha visto aumentados considerablemente sus ecos con la consecución de los premios al mejor actor, Javier Gutiérrez, a la mejor fotografía, por el excelente trabajo de Álex Catalán y el que concede la crítica especializada en el reciente Festival de San Sebastián, donde se le dedicó la calurosa acogida del público.

En el afortunado retrato de un lugar desarraigado del que poco se sabe y una realidad que suele ignorarse, se aprecian con desgarrado realismo las carencias de un entorno hostil por su peculiar entidad física, que afecta tanto a los personajes del común como a los policías protagonistas. Todo ello hace de la película de Alberto Rodríguez ese tipo de thriller rural, enmarcado en una época de complejos contrastes políticos en este país, en el curso de una crisis económica, lo que en cierto modo se parece bastante en ese aspecto a cuanto ahora estamos viviendo. Lo cual dota a La Isla Mínima de un relieve singular, acrecentado especialmente para nosotros, que estamos tan cerca de esos lugares contrariados siempre por reminiscencias de ingrata memoria.

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