Manu Sánchez. Humorista

"Considero la crítica social esencial para mi profesión"

  • El Teatro Salvador Távora de Almonte acoge hoy, a las 21:00, 'El Último Santo'. Un demonio "gamberro, perezoso y muy particular".

Almonte fue uno de los primeros escenarios que acogió la primera obra de teatro de Manu Sánchez, El Rey Solo, Mi Reino por un puchero. Esta noche, a las 21:00, en el Teatro Salvador Távora de este municipio onubense será testigo de la segunda representación teatral del humorista sevillano, El Último Santo. Interpreta a Satán, un demonio gamberro, perezoso y muy particular que, a través del humor, anunciará la llegada del Apocalipsis.

-Tras cerrar temporada en julio, septiembre vuelve a abrir con El Último Santo, ¿qué espera de este nuevo comenzar?

-Esperamos que, al menos, las cosas sigan igual porque. Ciertamente nos está yendo muy bien, somos muy afortunados. En Almonte ya estuvimos con El Rey Solo y ahora venimos con esta nueva obra. Tengo muchas ganas de, como yo digo, pisar tierra santa con El Último Santo para que Almonte me la bendiga.

-Lleva 3 años metido de lleno en el mundo del teatro, ¿sigue poniéndose nervioso?

-Es curioso, pero sigo con los mismos nervios. El día de la función no puedo comer, suelo tener una fatiga horrorosa y me pongo un poco insoportable hasta que veo que todo terminó y salió bien (risas). Siento una gran responsabilidad y muchas ganas de agradar al público. Los nervios no se me quitan y creo que cuando lleve 50 años en esto seguirán acompañándome.

-Y con este viaje al Apocalipsis con El Último Santo, ¿qué pretende transmitir a los espectadores?

-No quiero que la gente se asuste. A lo que viene el público es a reírse, a pasar un buen rato. Vendrán a ver una obra de teatro de humor, que no se me fue la cabeza y voy a hacer algo que no realizao normalmente. Quienes vengan se reirán muchísimo y se lo pasarán muy bien, pero sí que es cierto que a mí me gusta, a través de mi trabajo, hacer pensar a los demás. Con este personaje, Satán, teníamos que decidir qué tipo de papel le otorgaríamos. Nos decantamos por un demonio guasón, disfrutón, un demonio al que le gusta la lujuria y la gula. Es una especie de caricatura de la gente, porque al final parece que nos parecemos más a ese demonio disfrutón que al ser perfecto que se supone que es Dios. Este viaje al Apocalipsis merece la pena, la gente se verá reflejada en el personaje.

-En su humor, ¿la crítica social es fundamental?

-A mí me gusta hacer un humor con doble sentido, con crítica y que haga pensar al público. Para mí la crítica es vital en mis ganas de ejercer esta profesión, hay muchos tipos de humor y cada uno debe optar por el que más cómodo le haga sentir, y yo me siento cómodo en el humor crítico. Estar en teatro, cerca de los medios de comunicación y tener el privilegio de que la gente te escuche, es una responsabilidad y un lujo. Esta situación me permite opinar, criticar, hacer pensar a la gente y, por supuesto, poder meter el dedo en la yaga del poderoso. No sé si la crítica es fundamental para mi profesión, pero sí lo es para mi manera de entenderla.

-Entonces, usted cree que con la que está cayendo en España, ¿el humor es una buena medicina?

-Quiero pensar que sí, aunque también creo que hay que tener cuidado, a ver si nos vamos a conformar con reírnos de los políticos y después votamos lo mismo otra vez. El humor, el teatro o un artículo periodístico está muy bien como queja y manifestación si después, cuando tenemos que castigar, castigamos en su sitio. El humor tiene que ser revolucionario, no debe actuar como morfina para que el dolor no se note.

-Humorista, actor, showman... ¿En qué faceta se siente más cómodo?

-No sé lo que soy, sé lo que hago y, a partir de ahí, que la gente me etiquete como quiera. Me gusta escribir, contar historias, hacer reír y que todos pasen un buen rato mientras reflexionan.

-Y como buen andaluz, lleva su tierra por bandera...

-Quiñones decía: "hay que llegar a lo universal desde lo local". Yo defiendo mi tierra, y cuando salgo fuera de Andalucía, sea donde sea, entienden que defiendo mi pueblo como ellos defienden al suyo. Pero creo que nos tenemos que quitar el complejo y dejar de pensar que Andalucía es lo mejor del mundo, porque lo mejor del mundo, es el mundo. Eso sí, hay que llegar a lo universal pero sin renegar de nuestros orígenes. A mí siempre me han intentado corregir y ese verbo no lo conozco, porque cuando no estamos estropeados, no hay nada que arreglar. Todo lo que suena a Andalucía no hay que corregirlo, no es un error, es una denominación de origen y tenemos motivos para sacar pecho.

-Y cuando actúa fuera de Andalucía, ¿se toman su humor de diferente manera?

-Fuera de Andalucía puntúa doble. Elijo el humor para ver la realidad, es desde donde me gusta verla. Pero en Andalucía nuestra forma de hablar no puntúa, nuestra manera de vivir no puntúa y cómo entendemos la vida tampoco, porque es lo que tenemos todos, pero cuando uno sale de aquí, puntúa y doble.

-Cuando comenzaba su carrera, ¿alguna vez pensó que llegaría hasta aquí?

-Siempre voy paso a paso, no me planteaba nada al principio. Para mí fue un sueño pasar de contar chistes para mis amigos al teatro y la televisión. Y la mejor manera de agradecer esa evolución es trabajando mucho y esforzándome lo máximo posible.

-En los próximos meses, además de Almonte, le esperan Huelva, Málaga, Sevilla... ¡Usted no para!

-Almonte es un lugar especial para mí, pero después viene Huelva, a la que llevo yendo 15 años, los choqueros nunca me fallan. Pero también es muy emotivo que el Teatro Cervantes de Málaga, la Champions del teatro, programe una obra de humor. Y después volveremos a Sevilla con funciones tanto de El Último Santo, como de El Rey Solo.

-Y para los indecisos...

-¡Almonteño, daos prisa porque estamos casi completos! Pasaremos un buen rato y merecerá la pena. Y para los que se queden sin entrada, nos vemos en Huelva en noviembre.

-Y para los próximos meses, ¿qué tiene entre mano Manu Sánchez?

-Tenemos muchos proyectos. Pronto volveremos a la televisión. Hemos estrenado una ticketera online, estamos inmerso en la productora 16 escalones, llevamos la gestión del Teatro Moliere de México DF y producimos la carrera de La Flaca, quien sacará disco el próximo 14 de octubre.

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