El Laboratorio de Investigación y Control Agroalimentario de la Universidad de Huelva es una de las doce entidades que se beneficiarán de los incentivos que acaban de conceder los Ministerio de Educación y Ciencia e Innovación: la Onubense es uno de los buques insignia del Campus internacional de excelencia en Agroalimentación, un proyecto promovido conjuntamente con las universidades de Córdoba, Almería, Cádiz y Jaén y que ha sido seleccionado por el Gobierno dentro del Plan 2009 para el Apoyo y Modernización de la Universidad Pública Española en el marco de la Estrategia 'Universidad 2015'.

De un total de 52 universidades españolas que habían presentado sus proyectos al CEI (Campus de Excelencia Internacional), tan sólo 15 han pasado el primer corte y la Universidad de Huelva ha quedado la cuarta en esta criba que supondrá una mayor proyección de la Onubense de cara al Espacio Europeo de Enseñanza Superior y el salto de Huelva como referente internacional en la investigación y docencia relacionadas con el ámbito de la agroalimentación. Para la obtención definitiva del título del CEI, en noviembre la Universidad tendrá que defender un plan director ante un comité internacional de expertos, fase en la que se seleccionarán los diez mejores trabajos. Este reconocimiento supondría una inyección de 140 millones de euros a repartir entre las universidades implicadas en el proyecto.

De momento, el Ciderta onubense recibirá una subvención extra de 500.000 euros para personal e infraestructuras, un montante que se suma a los 850.000 euros de Fondos Feder -instrumento financiero de la Comisión Europea para el desarrollo regional- con los que se adquirirá instrumentación científica (estos fondos cuentan también con aportación del Ministerio de Innovación y Ciencia y de la Junta de Andalucía).

Completan el desglose del presupuesto del Laboratorio de Investigación y Control Agroalimentario los seis millones que ha costado la construcción del edificio Ciderta en el Parque Huelva Empresarial y los 400.000 euros que se han invertido en el mobiliario de laboratorios, despachos y salas para la celebración de seminarios. Así pues, contando con todas estas partidas económicas, la inyección global en el Ciderta está próxima a superar los 8 millones de euros.

El desfase de tres años que ha habido entre el fin de obras de construcción del edificio y el desbloqueo del problema del suministro eléctrico, se ha aprovechado para la promoción de estos proyectos de investigación y para la captación de subvenciones. Una vez en marcha los convenios con empresas y organismos públicos, el centro se concibe para la autofinanciación.