museo de arte americano | huelva retoma sus lazos con nueva york

Arquitectura de renombre en la ría

  • El proyecto para la filial del Whitney contempla una construcción emblemática junto al Muelle de Levante. Las previsiones del estudio preliminar hablan de 500.000 visitas al año.

La asociación Huelva-Nueva York trabaja en la confección de un proyecto para la construcción de un museo de arte americano en la capital onubense. La idea es presentarlo personalmente el próximo mes de mayo en la ciudad estadounidense a los rectores del Whitney Museum con el objetivo de involucrarlos en la iniciativa onubense y conseguir una filial europea.

A Estados Unidos no se llevará un proyecto detallado, pero sí un esbozo general desarrollado y argumentado sobre la conveniencia de abrir este centro cultural en Huelva y de su vinculación a la marca Whitney. En el mismo se contempla la construcción de un edificio "emblemático", que se convierta en reclamo arquitectónico internacional, ubicado frente a la ría, junto al Muelle de Levante.

Las intenciones son muy claras por parte de la asociación. Su presidente, Juan Antonio Márquez, subraya la necesidad de que el deseado museo parta de estas características para "su mayor repercusión y su impacto socioeconómico impulse definitivamente a la ciudad y la provincia".

Márquez explica que la ubicación ideal en la capital es junto al Muelle de Río Tinto, en los terrenos del Muelle de Levante que actualmente ocupa una gran nave de Frigoríficos Crustamar, mirando a la ría. "Es el sitio más oportuno. Sabemos que se va a quedar libre ese espacio y la predisposición de la Autoridad Portuaria y del Ayuntamiento de Huelva es excelente", apunta.

"Creemos que es importantísimo que se construya un edificio singular para el museo y no que se adapte otro ya existente. Es una posibilidad que hay pero esto no tendría la misma repercusión", insiste Juan Antonio Márquez.

La asociación, en su planteamiento, tiene en cuenta distintos estudios al respecto y cita uno realizado por la Universidad del País Vasco acerca del impacto del Guggenheim en Bilbao, que destaca como factores determinantes del éxito internacional la ubicación en un edificio emblemático y una marca cultural de prestigio inequívoco, entre otros factores como el compromiso ciudadano.

"Hay una cosa clara: la gente se mueve por señales, por iconos, y le atrae mucho más un gran envoltorio, un envase emblemático, como sucede con el Guggenheim en Bilbao o con las bodegas Marqués de Riscal en La Rioja. Ese es un avance importantísimo, más que una cuestión de imagen. Imaginemos qué sería tomar un café en la terraza de un museo moderno y reconocible por todos, con vistas a la ría", explica Márquez.

Esta aspiración de la asociación retoma ideas fallidas de dotar a la capital onubense de un referente arquitectónico internacional. Ha pasado en dos ocasiones con la estación de trenes, primero de Santiago Calatrava y después de Rafael de La-Hoz, o con el rascacielos que se llegó a plantear al otro lado del Muelle de Levante a cargo de José Álvarez Checa.

Ahora los promotores del museo americano en Huelva creen que "es el momento". "Sería una inversión muy importante pero sería también un punto de inflexión para la provincia, realizable incluso en las condiciones actuales", afirman.

Con ello se refieren a las carencias de Huelva en materia de infraestructuras, convertidas en caballo de batalla en la provincia, especialmente en el último año. Pero insisten en que la capital onubense es "geográficamente el mejor lugar para un museo de estas características". "Está en el centro del corredor existente entre El Algarve y Sevilla, y es el lugar ideal pese al déficit en las comunicaciones", porque, insisten, está entre dos polos de atracción turística, a los que se suma el flujo que ya tiene la provincia de Huelva, incluso sin la llegada de trenes de alta velocidad ni la existencia de un aeropuerto.

Pero recuerdan que estas dos infraestructuras de transporte están proyectadas y que "en un plazo de cuatro o cinco años podrían ser ya una realidad", a las que se une el creciente tráfico de cruceros proyectado para los próximos años.

En el primer borrador del documento que se presentará en mayo en Nueva York, al que ha tenido acceso este periódico, se apunta que en las condiciones actuales "una sede del Museo Whitney en Huelva pudiera alcanzar con cierta facilidad el medio millón de visitas anuales", considerando, además, que el Guggenheim de Bilbao mueve al año por encima del millón de visitantes.

Como comparativa de referencia se aporta que en la provincia, el pasado año, Doñana recibió un total de 301.060 visitas, mientras el Muelle de las Carabelas alcanzó 190.138 y la Gruta de las Maravillas, 144.929.

Pero Juan Antonio Márquez está convencido de que el museo desencadenará un "efecto dominó". "Una infraestructura cultural de este tipo -de la que también se tiene un déficit muy grande en Huelva en comparación con Andalucía- podría multiplicar el número de escalas de cruceros o el de conexiones de tren con Madrid. Seguro que habrá un efecto en todo teniendo en cuenta que el 60% de los turistas que visitan España tienen una motivación cultural y se desplazan en busca de museos u otra oferta", explica.

En este sentido, el flujo procedente de El Algarve portugués daría un gran número de visitas, ya que, según anota también el informe, no hay atracciones culturales de estas características en la región lusa, donde el mayor número de visitas se las lleva la Fortaleza de Sagres, con el 90% del total de 316.460 visitas a museos, palacios y monumentos registrados durante el pasado año.

No hay una valoración clara del impacto económico que tendría el museo americano en la provincia onubense, aunque Juan Antonio Márquez aporta el dato estimativo de la generación de 500 empleos directos, "según los cálculos de un puesto de trabajo por cada mil visitas anuales".

El documento, además, recoge que el Whitney como atractor turístico en Huelva podría servir para que, aún sin incrementar el número de turistas, sí subieran los ingresos al menos equiparándose a la estadística andaluza de gasto medio diario y estancia media. Sólo por esa diferencia en esas dos variables, entre 2008 y 2014 se calcula que se han dejado de ingresar 2.155 millones de euros, con una media de 308 millones al año.

La sinergia con otras zonas turísticas cercanas y con polos culturales como Málaga en Andalucía o Madrid y Bilbao en el resto de España debe ser obligada para beneficiarse del flujo de visitantes. Aunque para ello, insisten, el primer paso habrá que darlo en la provincia de Huelva, encontrando los apoyos y la fe necesarios para conseguir el objetivo.

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