El 68% de las muertes están causadas por enfermedades crónicas que habitualmente afectan a pacientes pluripatológicos. Este porcentaje, ya elevado de por sí, ha crecido un 8% en los últimos años. Así lo señaló ayer el presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (Sademi), Alberto Ruiz, en la presentación del congreso de esta especialidad que se celebra hasta el sábado en Punta Umbría. Esta edición está organizada por la Unidad de Gestión de Medicina Interna del Complejo Hospitalario de Huelva (CHUH).

Son precisamente los internistas, los especialistas que más de primera mano se enfrentan a enfermedades que en buena medida son fruto de los hábitos de vida: insuficiencia cardíaca, diabetes tipo 2 o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Lo habitual es que sean pacientes afectados por dos o más de estas enfermedades de modo que para un internista "no hay dos pacientes iguales ya que esa combinación presenta facetas distintas", según el jefe de la Unidad de Gestión de Medicina Interna del CHUH, Mariano Aguayo.

Las cifras que maneja la Sademi sobre la incidencia de las enfermedades que tratan hablan por sí solas. La insuficiencia cardiaca es la causa más frecuente de ingreso hospitalario después de los partos, la EPOC afecta al 10% de la población mayor de 40 años y está fundamentalmente asociada al tabaquismo, mientras que la diabetes tipo 2 tiene ya una incidencia entre el 15% y el 20% de la población mayor de 65 años.

Precisamente es la diabetes una de las patologías con mayores avances terapéuticos con múltiples fármacos disponibles que actúan a distintos niveles y permiten seleccionar el tratamiento más acertado para cada paciente.

Las enfermedades autoinmunes sistémicas y las minoritarias, que comportan gran parte del trabajo de los especialistas en medicina interna, cuentan también con un lugar destacado en el congreso para su actualización y debate, especialmente en aquellas que presentan un mayor número de pacientes.

En el caso de las minoritarias, se abordarán la enfermedad de Andrade -de notable incidencia en Valverde-, Anderson-Fabry, Gaucher y la enfermedad de telangiectasia hemorrágica hereditaria, todas ellas con afectación de múltiples órganos y sistemas.