Huelva

La nueva minería metálica resurge en plena crisis

  • La investigación en Masa Valverde arrancará en enero y en Magdalena, en marzo Emed, a la espera de la AAU La ampliación de Matsa, bloqueada

Si se confirma la presencia de los recursos previstos, los derechos otorgados en el concurso de minería metálica de enero de 2013, el mayor organizado en la historia reciente de la comunidad autónoma -61 derechos correspondientes a las provincias de Huelva (40) y Sevilla (21), de los que 38 son concesiones y 23 permisos de investigación- podrán finalmente concretarse en proyectos viables.

Mientras compañías y vecinos de los pueblos afectados (más o menos incrédulos) esperan que de una vez vea la luz la gran mina de la Faja Pirítica, la subida de los precios de los metales y una adecuada organización impulsan un despegue declarado por la Junta y al que las empresas están contribuyendo con una minería que está a años luz de la de antaño.

El citado concurso abrió en enero de 2013 un año esperanzador y en el que los proyectos planteados han dibujado un mapa de proyectos en distintas fases administrativas. Algunos están llamados a reactivarse, como el de las históricas minas de Río Tinto; otros no han fructificado, como el de Petaquilla Minerals en Lomero Poyatos; algunos arrancarán de forma inminente, caso de Mina Magdalena; y otros están en stand by, como la ampliación de Minas de Aguas Teñidas (Matsa), compañía que acapara la mayoría del empleo en la Faja Pirítica junto a Cobre Las Cruces.

Según las previsiones de la Junta, de concretarse algunos de los proyectos que hoy se encuentran en diferente fase de tramitación administrativa, la provincia podría albergar de 8.000 a 10.000 trabajadores entre directos e indirectos. En conjunto, la superficie global afectada de Huelva asciende a 32.200, es decir, el área equivalente al 4,6% del total que ocupa la Faja Pirítica Ibérica en el territorio andaluz, y los pueblos beneficiados son Beas, Almonaster la Real, Calañas, Valverde del Camino, El Campillo, Zalamea la Real y Cortegana.

El proyecto Rio Tinto promovido por Emed Tartessus, filial española de la multinacional minera Emed Mining, abrió el trámite de información pública del procedimiento de Autorización Ambiental Unificada (AAU), publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el pasado 13 de septiembre. Tras la fase de exposición pública, la Junta anunció que antes de final de año estaría concedida la AAU, si bien esto aún no ha ocurrido.

A la espera de la reactivación de las minas de Riotinto, la reapertura de la Mina de La Zarza busca abrirse camino. Ormonde ya inició en 2013 conversaciones con Nueva Tharsis para decidir quién y de qué forma explotaría la mina, si bien el presidente de la patronal minera andaluza, Francisco Moreno, ya ha dejado claro que el proyecto está llamado a reorganizarse dentro de otras iniciativas más importantes, al no tener tonelaje suficiente como para montar una planta.

Los planes del grupo Petaquilla Minerals, interesado en explotar la mina de Lomero Poyatos, no fructificaron en 2013 a pesar de que el anterior consejero de Economía, Antonio Ávila, anunció que reabriría la mina con más de 100 millones de inversión y150 empleos. Sin embargo, otros proyectos como el de Cambridge Mineral Resources PLC , adjudicataria de Masa Valverde, cobran actualidad: el pasado 3 de diciembre, justo un día después de que Matsa avanzara que pondrá en producción en 2014 la explotación de Sotiel (Migollas), Cambridge anunció que este mes de enero arrancará la fase de investigación en el depósito, ubicado entre Valverde del Camino y Beas, a través de su filial española Cambridge Minería España SL y junto con Glencore Internacional, la primera operadora y compradora mundial de metales.

La compañía efectuará 40 contrataciones directas en esta primera fase de investigación, que puede prolongarse hasta dos años, tras obtener antes del pasado verano permiso por parte de la Junta para estudiar un total de 47 cuadrículas. La compañía, según explicó Geoffrey Hall Cairman, representante del consejo de administración, baraja previsiones muy que halagüeñas: 500.000 toneladas de zinc, 60.000 toneladas de cobre, 150.000 toneladas de plomo, 16.000.000 de onzas de plata y 300.000 onzas de oro.

Matsa invertirá este año 28 millones de euros en un proyecto de investigación para explotar un nuevo yacimiento minero llamado Magdalena, ubicado en un cerro del que toma el nombre, junto a Cueva de la Mora. En 2012 la compañía descubrió allí una masa de sulfuros metálicos masivos y a principios de marzo podría obtener la autorización ambiental de la Junta para comenzar una primera etapa de investigación que se prolongará unos diez meses, en los que se alzará toda la infraestructura necesaria para poder desarrollar una rampa, obra que permitirá a los técnicos acercarse a la masa de sulfuros metálicos masivos para poder cuantificarla y desarrollar las pruebas metalúrgicas oportunas.

La inversión también irá destinada a construir un camino independiente de seis kilómetros que unirá la zona industrial de Matsa con Mina Magdalena, un puente con un claro de 50 metros, una planta de tratamiento de agua capaz de procesar unos 150 metros cúbicos de agua (aunque los técnicos han cuantificado a través de sondeos que La Magdalena sólo tiene ocho litros por segundo), una zona de vestuarios, talleres, almacenes y una escombrera.

En esta primera etapa de investigación, Matsa prevé que se creen 70 empleos directos y 140 indirectos, si bien la mano de obra se incrementará una vez que se inicie la etapa de producción.

Menos suerte corre, al menos de momento, el proyecto de ampliación de la compañía, presentado de forma oficial el 18 de octubre de 2012, al objeto de duplicar la producción hasta los 4,4 millones de toneladas al año (lo que equivale a 12.000 toneladas por día). Esta ampliación está paralizada desde el 8 de octubre de 2013, fecha fijada por Matsa y Piritas de Huelva S.L -propietaria de las152 hectáreas de terrenos sobre los que se alzaría la ampliación- para la compraventa, que finalmente no se ha producido.

La ampliación supondría una inversión de más de 300 millones de euros y requeriría la construcción de una planta de tratamiento de agua en proceso, una planta potabilizadora y tres balsas de regulación para mejorar el sistema de gestión integral de las aguas y obtener mejores rendimientos metalúrgicos. También se construiría una instalación para almacenar residuos y otro depósito de pasta para mejorar la gestión de los residuos.

Las 150 hectáreas que Matsa quiere comprar a Piritas de Huelva están ubicadas cerca de la vía del tren de Valdelamusa, así como frente a la actual balsa de estériles de la explotación minera. El terreno total, dividido en cuatro parcelas, pertenece a los términos municipales de Almonaster La Real (83,3 hectáreas) y Cortegana (68,5 hectáreas). La venta, según ha podido saber este periódico, se fijó el 3 de octubre en 595.840 euros tras año y medio de reuniones.

Sin embargo, a día de hoy la negociación entre las partes está bloqueada y el motivo oficial que ha trascendido es la exigencia, por parte de Piritas de Huelva, de que se prime la mano de obra circunscrita a Valdelamusa en lugar de a Cortegana y toda la comarca. Según las previsiones de Matsa, durante la construcción el proyecto generaría entre 1.000 y 2.000 empleos y, finalizada la construcción, se crearían 200 nuevos puestos de trabajo permanentes.

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