Huelva

"Hace veinte años no se sabía nada sobre la violencia de género"

Carmelo López es un policía onubense que hace veinte años trabajaba en Barcelona. La creación de la unidad adscrita a la comunidad autónoma andaluza le permitió volver a su tierra, primero a Sevilla, y más tarde a Huelva. Es uno de los cientos de andaluces que encontraron una puerta de regreso a casa con este nuevo cuerpo policial, "una fuente de motivación más". "Ahora los jóvenes que salen de la academia tienen la oportunidad de quedarse aquí y contribuir a desarrollar una labor muy valiosa", añade.

En la Jefatura de Huelva, Carmelo es uno de los pioneros, de los primeros cien agentes que iniciaron su labor el 1 de diciembre de 1993. Junto a él, el inspector jefe Juan León, natural de Sevilla, y otros dos compañeros más.

"Empezamos con mucha ilusión", recuerda el agente López. "Participábamos de un proyecto nuevo y sabíamos que estábamos haciendo algo bueno y útil".

El inspector jefe provincial Juan León destaca, precisamente, esos inicios hace veinte años como una de las cosas más positivas que ha vivido en el cuerpo autonómico.

"Nos llevábamos una gran cantidad de horas trabajando juntos y se generó una convivencia muy buena. Esa fue la base para tener una gran armonía, un buen ambiente que redundó en efectividad a lo largo de los años", explica.

Tanto León como López cuentan que la ilusión les ayudó a superar las dificultades. Tuvieron que formarse para atender los nuevos cometidos, ligados a las competencias autonómicas, superando una situación que dista mucho de la actual. "Hace veinte años, por ejemplo, no se sabía nada sobre la violencia de género. No había nada, simplemente", recuerda León.

"La nuestra era una labor necesaria, que esperaba la Administración hacía tiempo para solucionar muchos problemas pendientes. En el caso de los menores, se creó el procedimiento de retirada del núcleo familiar. Antes, si se producía alguna, tenían que intervenir los antidisturbios. A partir de nosotros se apostó por el diálogo con los padres para que comprendieran que era lo mejor para sus hijos, aunque tuvieras que fumarte un paquete de tabaco con el padre", explica el inspector jefe.

Él mismo reconoce que aquellos primeros años llegó a dudar de si hacía lo correcto al llevarse unos menores de la casa de sus padres, "pero me convencí cuando uno de ellos me vio un día, meses después de la actuación, y me agradeció sinceramente aquello porque pudo comprobar que sus hijos recibían toda la atención que él no podía darles". "Cosas como ésta -añade- te hace valorar mucho más el trabajo que hacemos".

Lo más duro para León fue el incendio de Santa Ana La Real en el que murieron cuatro miembros de un retén del Infoca de Valverde. También mal lo pasó Carmelo López en Berrocal por el incendio de 2004, "donde fuimos los primeros en llegar para evacuar a la población". Aunque se queda con la "satisfacción" de haber salvado de una caída al vacío a dos pequeños que sufrieron abandono en el hogar de sus padres.

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