Jornada sobre industria y desarrollo sostenible

El aire de la capital sólo muestra exceso en la presencia de partículas

  • Hay que añadir a este fenómeno, la incidencia periódica de las que vienen de África

Aunque no hay datos oficiales, el responsable de Servicios Medioambientales de Egmasa, Antonio Lozano, adelantó ayer que la calidad del aire en nuestra capital, el pasado año, será bueno no rebasándose ni de lejos los niveles establecidos por la normativa, a excepción de las partículas donde hay obligación de poner en marcha medidas correctoras. Lozano explicó ayer, en las V Jornadas sobre Industria y Desarrollo Sostenible, que el aire de Huelva es muy similar el del resto de capitales andaluzas, encontrándose un considerable nivel de NO2, que no es otra cosa que el tráfico urbano. Añadió que al igual que en 2006 se ha vuelto a repetir el elevado nivel de partículas. En este aspecto, resaltó, no obstante, que en bastantes ocasiones nuestra capital se encuentra afectada por el hecho de que un buen porcentaje de estas partículas proviene del Sáhara. En todo caso, el control es necesario ya que altos niveles de estos elementos pueden acarrear efectos negativos en la salud, que están más que demostrados.

En la actualidad, la capital cuenta con siete estaciones de medición incluidas en la Red de Vigilancia, mientras que el número total de la provincia llega a las dieciocho.

Otro de los ponentes de la jornada de ayer fue el jefe de Protección Ambiental de la Delegación Provincial de Medio Ambiente, José Antonio Candela, quien explicó la situación actual en la que se encuentra el Plan de Calidad Ambiental de Huelva y su Entorno. Candela hizo algo de historia, recordando que las medidas correctoras sobre la industria química comenzaron en 1986 y que desde entonces se habían aplicado medidas como el logro del vertido cero de aguas de proceso a la Ría. Asimismo, destacó el esfuerzo por recuperar zonas degradadas como en las marismas de Mendaña. En cuanto al Plan, indicó que la realización del diagnóstico ha incluido estudios del CSIC en aspectos sobre la calidad del aire o fosfoyesos o de la Universidad de Huelva sobre aportes de sedimentos. "Una vez efectuado el diagnóstico -señaló el técnico- debe ponerse en marcha el plan de acción que busca medidas más estrictas que lo que establece la normativa", aunque no pudo concretar cuándo esto se pondría en marcha. Sobre la Autorización Ambiental Integrada (AAI), indicó que "las empresas deberán hacer grandes esfuerzos para obtenerla" y de hecho algunas de ellas ya llegaron a acuerdos voluntarios previos, como los casos de Atlantic Copper o Ence. En todo caso, Candela advirtió de que la AAI representa las reglas de juego "para que las empresas puedan seguir funcionando, aunque los requerimientos no se pueden conseguir de la noche a la mañana".

El técnico también apuntó a la responsabilidad que los ayuntamientos tienen en este proceso en lo que respecta al planeamiento urbanístico que, asimismo, ha de contemplar otros aspectos como la declaración de impacto ambiental o la autorización de vertidos. Para la elaboración del Plan, se ha estudiado la situación de los 22 polígonos industriales con los que cuentan los municipios del entorno de la Ría.

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