Con los dos equipos ya clasificados para la eliminatoria de ascenso, valverdeños y cerreños se enfrentaban con el único propósito de saber la situacion final en la tabla para conocer así los cruces finales. Los locales necesitaban ganar para obtener el primer puesto en la tabla y enfrentarse al rival más flojo, al menos, en teoría, del grupo I, el Mazagón.

Comenzó el choque con los dos equipos muy metidos en el partido y así al minuto de juego el portero visitante Iván se lució enviando a córner un tiro de M. Ángel. Y, a renglón seguido, le tocó el turno al otro guardameta, Juan, que despejó a la esquina una falta botada por Juanjo con mucha intención.

Los dos conjuntos buscaban la portería contraria, aunque eran los visitantes los que, a pesar del viento en contra, dominaban ligeramente el duelo. Los de Casiano, por su parte, buscaban un juego muy directo hacia su hombre en punta, pero los balones morían en las manos de Ivan por culpa del fuerte viento.

El cuadro cerreño centraba su estrategia más en las bandas y tiraba el balón al suelo, pero la defensa local, muy segura, cortaba los avances rivales.

El partido estaba igualado hasta que, en una jugada aislada, el lateral local Molero subió al ataque y, tras internarse en el área, fue trabado por el central Antonio. La zancadilla a su oponente fue sancionada con la pena máxima por el colegiado. Corría el minuto 34 y Fran II se encargó de poner el 1-0 en el marcador.

El segundo periodo se preveía más disputado, puesto que los visitantes contaban con el viento a su favor y debían presionar para aspirar al empate. Pero no fue así. Al igual que los valverdeños no supieron jugar con él, el partido se volvió feo y las únicas jugadas de peligro que se vieron se sucedían tras saques de bandas y balones colgados, a veces, sin sentido.

Los locales intentaban conservar la ventaja de un gol, una renta que los hacía campeones de grupo. Y a los visitantes les faltaba la fuerza de la primera mitad para volver a dominar la partida.

Ya en los minutos finales de juego, los dos equipos se enfrascaron en constantes trifulcas y acciones feas. Una de ellas le costó la expulsión al visitante David por roja directa, tras agredir, sin que hubiera balón por medio, a un rival.

El desconcierto propio de todo juego embarullado fue aprovechado por el valverdeño Sergio cuando ya pasaban cinco minutos de los 90 reglamentarios para marcar el definitivo 2-0 de fuerte disparo desde el borde del área.

Este tanto supuso la puntilla para el Cerreños y tras el saque de centro el trencilla decretó el final del partido ante la alegría de la parroquia local, que saltó al campo para festejar el liderato final.

Ahora se parte de cero y tanto los hombres de Casiano como los cerreños se juegan la temporada en los 180 minutos de juego de sus respectivas eliminatorias. El premio por superar ese último escollo de la temporada es el ascenso a Regional Preferente.