Muchas sonrisas, una rumba marchosa amplificada por la megafonía que pedía "súmate al cambio"  y ánimo de triunfadores. Así cerraron ayer los candidatos y militantes del Partido Popular la campaña de las elecciones autonómicas de mañana. El mensaje central ha sido una constante a lo largo de las últimas dos semanas: las críticas a la corrupción y al paro de la etapa socialista. Por contraposición, la número uno al Parlamento por el PP, Esperanza Oña, prometía que con su partido  habrá empleo, transparencia y ética en la comunidad autónoma. "Con el PP se acabará la emigración en Andalucía", decía en un improvisado escenario en el Muelle Uno de Málaga, en el que le acompañaban el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, y la diputada Celia Villalobos. La frase arrancaba un sonoro aplauso de los dos centenares de asistentes al cierre de campaña.

"Es el momento de cambiar la corrupción por la ética", añadía. Oña pidió votos "a raudales" de los malagueños, pero "no porque otros lo hicieron mal", sino por lo que los populares son capaces de hacer. La también alcaldesa de Fuengirola hizo hincapié en que los candidatos del PP llegan "absolutamente limpios". "Nosotros no tenemos que destruir documentos, no tenemos que destruir pruebas de la corrupción", dijo. Oña se cebó con la corrupción en su discurso. Apuntó que con su partido se va a cumplir la ley en Andalucía y recalcó que con el PSOE se dieron ayudas contra el informe del interventor y "a familias que manejan las influencias".

También echó mano del mensaje del agravio. "No puede ser siempre Málaga la provincia castigada", apuntó. En ese sentido, avanzó que "Javier [Arenas, candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía] será garante del equilibrio" en Andalucía, de la equidad entre las provincias de la región. Uno a uno, Oña se fue dirigiendo a distintos sectores de la sociedad para contrarrestar el discurso "del miedo" del PSOE.

Prometió a los jóvenes políticas para que no emigren, a las pymes que habrá un gobierno autonómico que "no va a satanizar" a los empresarios y a los trabajadores sanitarios que "no habrá recortes, sino una gestión eficaz". También se dirigió a los mayores andaluces que, dijo, tienen "las pensiones más bajas" de España y les prometió un estatuto del mayor que elaborará el PP para garantizar los derechos del colectivo. Y aludió también a los dependientes para decir que "75.000 expedientes paralizados empezarán a caminar".

Oña dijo que la comunidad autónoma está en un punto de inflexión política e invitó a los andaluces a hacer historia "llenando las urnas de votos del PP" para "acabar con los privilegios y las prebendas" y dar paso a la igualdad y la equidad. El cierre de campaña se hizo pronto. A las 12:00. La razón es que los dirigentes y militantes del PP tenían previsto desplazarse por la tarde al mitin que el candidato a la Junta, Javier Arenas, y el presidente nacional del PP y del Gobierno, Mariano Rajoy, habían convocado para las 20:00 en Sevilla como cierre de campaña. 

A Oña le hizo de telonero el líder provincial del partido y presidente de la Diputación, Elías Bendodo. El dirigente comentó que tenía 37 años y que sólo recordaba el gobierno socialista en Andalucía. Una gestión de tres décadas que, criticó, ha dejado una tasa de desempleo superior al 30% y unos índices de fracaso escolar cinco puntos por encima de la media nacional. "El PSOE es el camino seguro. El camino seguro al fracaso, al paro, a la corrupción de los ERE, hacia los privilegios y la soberbia. Treinta años de socialismo no nos han llevado a ninguna parte", concluyó.