El fraude en los cursos de formación se erige como la manzana de la discordia entre los socios de Gobierno para el año que está a punto de empezar. Socialistas e Izquierda Unida mantienen visiones antagónicas sobre el asunto, y no parece que 2015 -nada de año nuevo, opinión nueva- vaya a propiciar un cambio de parecer ni de estrategia: los primeros defienden que no es necesaria, no quieren ni oír hablar de ella, mientras que IU opta por que se desmenuce hasta el tuétano qué ha ocurrido con esas partidas que no han ido a parar al destino que les correspondía.

Este problema es el que abona y hace crecer las espinas del rosal que PSOE e IU proyectan como la imagen de un Ejecutivo cada vez más necesitado de fertilizante. Porque ya le afectan algunas plagas. Una de las más agresivas es ésta, el choque entre las dos formaciones políticas que lo sostienen a la hora de afrontar la trama de los cursos de formación.

El secretario de Organización socialista, Juan Cornejo, sostuvo ayer en una entrevista a Europa Press que no es necesaria la creación de una comisión de investigación en el Parlamento sobre el caso. Y, al igual que otros altos cargos de la Junta -como la propia jefa del Ejecutivo, Susana Díaz- y de la cúpula socialista, envía un mensaje a los socios de IU-CA, a quienes conmina a "clarificar y manifestar realmente qué pretende" a este respecto. En el PSOE están que trinan con la insistencia del jefe de filas de IU. Maíllo ya ordenó a comienzos de este mes a su grupo parlamentario a realizar un informe lo más exhaustivo posible sobre el fraude. El máximo dirigente de la formación de izquierdas duda bastante de la información que hasta la fecha ha facilitado sobre el asunto en sus comparecencias en la Cámara el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Luciano Alonso, quien a su vez le recriminó que no valore el "esfuerzo" que está haciendo el Gobierno autonómico.

En la misma línea que trazara Alonso, Cornejo hizo hincapié en que nadie en este país, en el ámbito de instituciones como el Gobierno o el parlamento, ha puesto en marcha medidas en la lucha contra la corrupción y en favor de la transparencia al nivel de las que se están adoptando en Andalucía. A juicio del número dos del PSOE andaluz, Maíllo e IU-CA tendrán que clarificar y manifestar realmente qué pretenden sobre este tema, pero "si es luchar contra la corrupción, ya lo estamos haciendo, porque se han puesto medios y medidas como no se ha hecho en ninguna otra comunidad".

Cornejo evocó la comisión de investigación creada en el Parlamento para el caso de los ERE, algo que no ha ocurrido en otros parlamentos ni el Congreso de los Diputados sobre otros casos que están hoy en la Justicia, y señaló que los socialistas se sienten satisfechos de cómo el Gobierno andaluz y el Parlamento, con sus normas y medidas están actuando a favor de la transparencia y en materia de lucha contra la corrupción".

Mientras, Maíllo insiste en que la formación que dirige quiere investigar en el Parlamento "toda la corrupción", ya que considera que hay ramificaciones andaluzas de los casos que afectan en Andalucía también al PP. No obstante, a nadie escapa que el verdadero embolado de IU -y del PSOE- en la tesitura actual se refiere a la intención de la formación de izquierdas de saber absolutamente todo de la trama de los cursos de formación. Maíllo repite sin cesar que IU va a pedir una comisión de investigación. No cree que eso pueda alterar las relaciones entre los socios que cimientan el Ejecutivo, porque mantiene que "no hay nada que ocultar". A juicio de Maíllo, el consejero Alonso se comportó de una forma demasiado conservadora cuando se opuso en el Parlamento a difundir el listado de las empresas que han recibido las subvenciones para impartir los cursos de formación. Y más duro aún se mostró con la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo que dirige José Manuel Sánchez Maldonado, en la que está convencido de que "hay un agujero negro".