La Policía Nacional intervino este miércoles 331 kilos de heroína de gran pureza en una operación en Barcelona que supone el decomiso de 10.000 dosis con un beneficio de 120 millones de euros, la mayor incautación de esta droga jamás registrada en España en una sola intervención. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, flanqueado por mandos policiales y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, explicó que 263 kilos estaban escondidos entre 185 toneladas de cemento en polvo en nueve contenedores del puerto de Barcelona, y el resto se encontró en los domicilios de los cuatro detenidos y durante una transacción.

El responsable del envío de droga está entre los detenidos y es un español de origen turco que trasladó la droga desde Turquía hasta nuestro país a través de su empresa de importación-exportación de bebidas y alimentos. También fueron arrestados dos personas de nacionalidad dominicana y una ecuatoriana, de entre 30 y 45 años, y se intervinieron dos pistolas, un revólver y armas blancas, munición y cuatro coches, uno de 100.000 euros.

En tres de los nueve contenedores había 989 bolsas con 250 gramos de heroína cada una en el fondo de los palés, lo que dificultó mucho que se encontraran porque no se veían ni por el escáner ni los perros pudieron detectarla, lo que para Zoido demuestra la "pericia, intuición, insistencia y profesionalidad de los policías nacionales" para dar con el estupefaciente.

La droga es heroína brown sugar, una variedad de Afganistán, de donde procede el 93% de la producción mundial, y según Zoido, con esta incautación se ha evitado un importante perjuicio para la salud de las personas. La heroína iba a ser distribuida en los conocidos como narcopisos del barrio del Raval de Barcelona y en otros puntos como Madrid.