Sin euforias y con la lección aprendida. Así aparecieron los protagonistas sevillistas en la zona mixta de San Mamés, donde manifestaron su alegría por el golpe de mano al Athletic, pero con el mensaje claro de que todavía faltan 90 minutos.

"Queríamos haber ganado antes, pero ha tocado esperar. Es una victoria importante, da una inyección de moral al equipo. Lo pasábamos mal por no ganar y esperemos que lleguen ahora las victorias en la fase decisiva", manifestó Iborra, que explicó la acción de su gol: "Intento esperar al máximo, sé que ellos se paran y no sé si detrás hay alguien. Intento acabar la jugada, que es mi trabajo, y afortunadamente no hubo fuera de juego". El atacante sevillista, además, señaló una clave del partido: "Sabíamos que ellos iban a tener su momento y cuando ruge este estadio es difícil aguantar. Pero el equipo ha tenido personalidad y el gol les ha afectado más a ellos", dijo Iborra, que luego mostró su mesura: "¿Decidido? Para nada, el equipo está con los pies en el suelo, los respetamos al máximo. Debemos tomarnos el partido de vuelta con mucha seriedad, como hemos hecho con este partido".

Otro protagonista era Vitolo, que apuntó su visión. "Sabíamos que nuestras opciones las íbamos a tener, como la tuve yo en el primer tiempo. Un gol les iba a hacer daño y así fue", indicó el canario, que tampoco quiere confianzas: "Quedan 90 minutos en nuestro campo y será complicado. Estamos a un paso de meternos en semifinales, sería algo importante. Queremos hacer bien las cosas después de ganar en San Mamés".

Por último, David Soria expresó su satisfacción por otro gran partido. "Ha sido un día bueno de todos y se ha ganado, que era lo importante. Hemos aprovechado nuestros momentos y se ha sabido sufrir cuanto tocaba. Me siento portero del Sevilla y tengo que seguir creciendo", dijo el meta, que también expresó su cautela: "Queda mucho, ellos apretarán y habrá que hacerles frente".