Huelva

El chaparrón le cae al Gobierno

  • Miles de pensionistas onubenses desafían la lluvia y salen a la calle en defensa de las prestaciones, con extensiones en la provincia

  • La plataforma local hace extensivo el llamamiento a jóvenes y trabajadores

Al Gobierno de Mariano Rajoy se le tuerce un poco más la entrada en la primavera. El temporal que no cesa lo es también para el Ejecutivo en forma de movilización social, y ayer los pensionistas dieron un golpe en la mesa con una acción generalizada en todo el país, que tuvo en la provincia de Huelva una repercusión muy especial. Fueron miles en las calles de la capital las personas que secundaron la manifestación principal. Desafiaron la incesante lluvia y el viento en una mañana desagradable, en la que fue un estímulo más para salir de casa el debate del miércoles en el Congreso y los últimos apuntes de Rajoy, que supedita la subida en la pensiones al acuerdo presupuestario. Pero las reivindicaciones no cejan y se exhibe todo un listado de peticiones resumidas en una defensa firme, inflexible, del sistema público de pensiones español, de la Seguridad Social y de un Estado del Bienestar con derechos logrados en las últimas décadas, puestos en entredicho en la actualidad, y de dudosa vigencia en el futuro próximo para disfrute de los jóvenes de ahora.

Jubilados de Huelva, en defensa de las pensiones / ALBERTO DOMÍNGUEZ

Pero no sólo a Rajoy y a su gabinete le cayó el verdadero chaparrón ayer. Por extensión, hubo reparto de agua, truenos y centellas para la oposición, para toda la clase política, a la que se tacha de llevar a la arena de la confrontación partidista un asunto considerado básico para la sociedad, que no debe tener discusión y que debe discurrir por un camino de consenso, con un pacto de Estado como en su día fue el de Toledo, al que se apela de forma recurrente ante la progresiva desintegración del sistema entonces garantizado.

Entre 4.000 y 7.000 personas hubo en la capital en una mañana de lluvia y viento

"El ámbito en el que se resuelve todo esto, obviamente, es en el que se elaboran las leyes, en el Congreso de los Diputados, donde está depositada la soberanía nacional, y donde están los que tienen capacidad para establecer estas normas", apuntaba ayer, antes de la marcha, el portavoz de la Plataforma Onubense en Defensa de las Pensiones Públicas, Rafael Paladini. "Las pensiones deberían ser, de verdad -añadía, igualmente- una política de Estado y deberían estar al margen de las luchas políticas, pero hoy vuelven a ser una materia de conflicto. Y los pensionistas no estamos dispuestos a aceptar ningún tipo de medida que no sea la preservación, el mantenimiento del sistema de la Seguridad Social y algunos puntos de mejora que son perfectamente viables".

Las consignas contra el Gobierno y Mariano Rajoy fueron constantes durante la movilización, que recorrió el trayecto entre el inicio de la Avenida de Andalucía, junto a Bomberos, y la Plaza de las Monjas. Pero el cabreo era extensible, realmente, a toda la clase política española.

"Un jubilado con 40 años cotizados cobra 600-700 euros. ¿Por qué un diputado con 7 años cotizados cobra 7.000?", rezaba una pancarta. "Los pensionistas levantamos este país en los años 70 y 80. Los políticos se enriquecen y nosotros, cada vez más pobres", remataba el reverso.

Entre los manifestantes, sindicalistas, responsables de partidos de izquierda, algunos concejales socialistas de Huelva, alcaldes provinciales y muchos representantes vecinales. Ningún diputado en Madrid, al menos, visible.

Otro pensionista, Antonio, seguía la marcha por Tres de Agosto junto al grupo de Mazagón y apuntaba al mismo frente: "Hay pagas vitalicias de quienes nos representan pocos años con grandes sueldos. Sufrimos una desigualdad total y hay que acabar con eso".

Las razones para salir a la calle son todas de peso. Casi ofendía preguntar por estar ahí siguiendo el paso. Da igual que fueran perceptores actuales de pensiones, que trabajadores en plena cotización o jóvenes, que también los hubo ayer en Huelva, preocupados por la herencia que les dejará el Estado tras su contribución laboral.

"La lucha por las pensiones no es una lucha de los jubilados de Huelva ni de ningún otro sitio. Es una lucha total por su defensa. Porque la ruina de todo el sistema de pensiones", aclaraba otro de los portavoces de la plataforma local, Pedro Antonio Peláez, "va en detrimento de todos y, por tanto, no tiene edad".

"Las pensiones en Huelva son de miseria. ¿Cómo puede vivir una viuda con 400 euros al mes? Lo que le queda con eso es hambre y miseria", apuntaba el representante del colectivo de emigrantes retornados, Manuel Garrido.

Hubo concentraciones repartidas por toda la provincia, en Ayamonte, Isla Cristina, Trigueros, Bollullos Par del Condado, Nerva, Zalamea la Real, Cortegana, Valverde del Camino... Pero lo de la capital fue sonado. Las cifras de la Policía Nacional aportadas por la Subdelegación hablan de 4.000 manifestantes, mientras la plataforma convocante elevaba la cifra a 7.000, con las aportaciones que también llegaron de El Almendro, Lepe, Mazagón, Villarrasa o Escacena del Campo. Lo cierto es que mientras la cabecera de la marcha llegaba a la Plaza de las Monjas, aún la cola, en la que se agolpaban los sindicatos, no había alcanzado Pablo Rada y sólo completó el recorrido cuando ya el manifiesto se había leído desde el templete, casi veinte minutos después.

"El tiempo no nos acompaña mucho pero la batalla de hoy ya la tenemos ganada", afirmaba Rafael Paladini al comienzo, entre una disciplinada masa de manifestantes, numerosa ya desde una hora antes de salir. "Éste es un segundo paso en la misma batalla, y lo que debe tener claro nuestro Gobierno y los partidos de la oposición es que no vamos a parar. Tenemos un camino marcado, unas metas fijadas y no vamos a permitir que nos roben las pensiones ni a nosotros ni a nuestros hijos".

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