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Llega el fin de semana y toca elegir hacia donde escapar. Escoger entre la amplísima oferta de restauración en Huelva y el encanto de sus pueblos no es una tarea fácil. En Huelva, tu destino hemos recurrido al criterio del creador del exitoso perfil turístico en Instagram, Huelva Secreta.
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Chema Arias recomienda a los lectores de Huelva Información su restaurante favorito de cada comarca de la provincia de Huelva:
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Este restaurante de Huelva es uno de los más selectos de España
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Mirador Don José: un restaurante en Huelva con impresionantes vistas al castillo
En Linares de la Sierra, con unas fabulosas vistas de un pueblo que es de las joyas de la corona de la Sierra de Huelva, el restaurante Arrieros ha sido condecorado con el distintivo Bib Gourmand de la Guía Michelin y un Sol Repsol. El matrimonio de Luismi y Adela, en cocina y en sala, respectivamente, forma el tándem perfecto que ha llevado les ha llevado al éxito. Una antigua casa con encanto y las delicias del campo y la huerta te hacen sentir como en casa. Una atmósfera diferente, serrana, que termina de envolverte cuando encienden su chimenea en el frío invierno.
Ubicado en la localidad de Trigueros está en una antigua bodega de 1910 (de las más antiguas del pueblo) reformada con un encanto especial.
Desde que abrió en el año 2003, Antonio Sánchez ha sabido llevar la cocina tradicional a un escalón más alto. Ofrece así los sabores de siempre con un toque divertido, con el objetivo de sorprender a todo aquel que se sienta a la mesa.
Un lugar peculiar en el que el estilo moderno y tradicional se combina a la perfección y transmite alegría a sus comensales.
El solomillo al carbón, los canelones de berenjena rellenos de rape y langostino; el arroz negro con alioli gratinado y puntillitas; los langostinos con chutney de mango y piña o el magret de pato con peras y chocolate son algunos de sus must.
De postre, el café migao (servido en una tetera antigua, lleva espuma de café, bizcocho de vainilla y una tierra de galleta oreo).
El Cerrojo Tapas Bar y Restaurante de Pinchos y Tapas, es uno de los establecimientos de Huelva con la carta más extensa. Es toda una experiencia gastronómica en la que podrás degustar un sinfín de sabores de la tierra a través de su innumerable lista de tapas (todas exquisitas).
Una cocina dedicada en exclusiva a la creación de tapas que ha llevado el nombre de Alosno a concursos gastronómicos nacionales e internacionales. En El Cerrojo Tapas, Antonio Ramón Macías elabora tapas con las miras siempre puestas en la alta cocina, productos de la zona y mucha creatividad.
Desde 1958 el Restaurante Consolación, también nombrado como La Consolación, ubicado en la travesía de Cartaya (antigua ctra. Huelva-Ayamonte), ofrece lo mejor de la gastronomía de Huelva con los mejores productos frescos y de temporada que proporciona la provincia onubense.
No hay que dejar de probar los langostinos de trasmallo, los chipirones a la plancha con cebollita, pescados a la plancha o a la brasa -como la corvina o el parracho- el lomo de lenguado al cava, o carnes como la presa o el solomillo de ternera al foie con setas.
En este señero restaurante encontrarás también varios tipos de arroces, además de una cocina de fritos y plancha propia de nuestra zona que brilla con luz propia.
La recomendación de la Guía Michelin es pedir las gambas de Huelva o los langostinos cocidos: "Los mejores productos de la casa".
En Nerva, palpitando en el corazón de la Cuenca Minera se encuentra el restaurante Idolina.
En casa Idolina son maestros de la cocina: deliciosas albóndigas de choco, alcachofas con chantilly de foie, jamón ibérico y carrillera ibérica, o sus esponjosas croquetas, de gambas al ajillo, o las clásicas de jamón ibérico.
Una parada gastronómica obligatoria en esta antigua estación nervense, que cuenta con una de las mejores terrazas del pueblo.
Imagina un lugar entre pinares, donde el plan es comer rico y desconectar de la rutina. Y mira que tenemos ganas de estar juntos, sin miedo, con libertad. Eso es Finca Alfoliz. Un restaurante en Aljaraque donde puedes celebrar la vida como la recordabas, con una cocina viva y sostenible, donde disfrutar de las pequeñas cosas es posible de nuevo. ¿O acaso no es eso la felicidad?
Oler las brasas de encina, de olivo y naranjo. Escuchar el crepitar de la leña. Saborear ese matiz ahumado e inconfundible que sólo aportan las llamas. Esto es la base de su cocina: sabrosa, libre y con los pies en la tierra. La verdura de temporada de nuestros huertos y la carne madurada, protagonizan una carta viva que fluye con la naturaleza.
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