Cuatro de los diecinueve heridos en la catástrofe aérea de Madrid continuaban al cierre de esta edición ingresados en estado "muy grave", mientras que los equipos de bomberos consiguieron localizar a primera hora de la tarde de ayer los cuerpos de las dos personas que todavía no habían sido localizadas. Se trata de un adulto y un bebé, según informó el jefe del Servicio de Extinción de Incendios del Aeropuerto de Barajas, Benjamín Olivares, quien con este hallazgo dio por finalizadas las labores de búsqueda.

Diez de los heridos, dos de ellos graves, están registrando una evolución favorable, otras dos personas están "graves" y tres están "estables dentro de la gravedad", según el último parte médico dado a conocer ayer por parte de la Consejería de Sanidad. Entre los heridos, se encuentran tres menores. Un niño de ocho años, una niña de 11 y otro pequeño de seis y los tres evolucionan favorablemente.

Al menos seis familias completas han perdido la vida en el trágico accidente, que costó la vida a 153 personas procedentes de todos los puntos de España, además de otros diez países. La mitad de los pasajeros del vuelo residía en las Islas Canarias, por lo que que esta comunidad es la más afectada por la catástrofe.

En concretos, con los datos de los que se dispone hasta ahora, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, Galicia, Cataluña, Extremadura, Asturias, Canarias, Madrid y Baleares tienen que lamentar víctimas mortales. Por lo que respecta a los ciudadanos extranjeros, eran originarios de Bulgaria, Suecia, Italia, Alemania, Francia, Brasil, Mauritania, Turquía, Gambia e Indonesia.

Los forenses han identificado ya a 49 de las 59 víctimas a las que habían tomado huellas dactilares, mientras que 80 tendrán que ser identificadas mediante pruebas de ADN. A otras 32 se las tratará de identificar por huellas dactilares, y si no es posible se les harán pruebas de ADN también. Los restos mortales de unas 70 víctimas fueron trasladados ayer al cementerio de la Almudena para la realización de la prueba de ADN. Fuentes de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de Madrid informaron de que éste era el cómputo, a las 21.00 de ayer, sobre la identificación de las 153 personas que murieron en el siniestro.

El médico forense Jorge Mayans indicó ayer que la mayor dificultad con la que se van a encontrar los facultativos que están trabajando en la identificación de los cuerpos de las víctimas reside en el estado en que han quedado los cuerpos, muchos de ellos carbonizados o amputados. Los forenses se van a encontrar con "gente con fuertes amputaciones o niños", declaró.

Este especialista valenciano explicó que el trabajo de los forenses será "muy duro, incluso para nosotros que estamos acostumbrados", y que tendrán que tomar muestras de aquella parte del cuerpo de los fallecidos "que esté mejor", como músculos o huesos. Estas muestras pasarán entonces al laboratorio, donde comenzarán a trabajar los genetistas. La identificación, no obstante, "no será de la noche a la mañana" y se tardará "como mínimo" dos o tres días, comentó el facultativo, quien indicó que la fiabilidad de las identificaciones es "altísima". "Nunca se puede decir del cien por cien, pero estamos hablando de un 98-99 %", agregó.