Malos tratos. Sufridos en la mayoría de los casos en silencio. Los ancianos no se atreven a denunciar por miedo. Miedo a verse más solos o abandonados de lo que realmente se encuentran. Cerca de 300.000 mayores sufren algún tipo de abuso o agresión en España - que supone un 5% de los ancianos españoles-.

"En tres años la cifra se ha incrementado un 82,30% y cerca de un millón y medio de personas mayores viven solas" señala Alejandro Morlán, miembro de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma), en el marco de la ponencia Protección jurídica: violencia y maltrato, celebrada en el IX Congreso Nacional de Organizaciones de Mayores.

Pero, las cifras no reflejan la dimensión real del problema, pues el 90% de los casos no son denunciados. Se estima que las cifras manejadas no reflejan el total de la realidad, ya que, según diversos estudios y expertos, existe un efecto iceberg por el que no se declara o detecta más de un caso de cada seis existentes, denuncia Morlán. "El maltrato a los mayores, señala Morlán, "es un tema de capital importancia en tanto que transgrede, generalmente con impunidad, aspectos muy sensibles, tanto legales como humanitarios, que afectan a la última fase de la aventura vital de los mayores".

Los informes definen los malos tratos a las personas como "cualquier acto u omisión que produzca daño, intencionado o no, practicado a mayores de 65 años, que ocurra en el ámbito familiar, comunitario o institucional y vulnere o ponga en peligro su integridad física o psíquica, así como el principio de autonomía o el resto de derechos fundamentales del individuo". Es clasificado en: físico, psicológico, por negligencia, económico y sexual. El más común es el maltrato por negligencia -descuido en la higiene, alimentación, entre otras-, resaltan los expertos.

En más de la mitad de los casos, los maltratadores son los propios hijos y en torno al 10% de las ocasiones están implicados los cónyuges, revela un informe del Centro de Estudios para la Violencia Reina Sofía, con datos referentes a 2008. Las situaciones de violencia se producen más en la privacidad de los hogares, que en las residencias.

Las agresiones físicas que reciben las mujeres (11%) son, según Morlán, el doble de las que sufren los varones. El maltrato psicológico-emocional es muy superior en las mujeres (36%) que en hombres (15%). Además, el abuso material -saqueo de saldos bancarios, apropiación de objetos y propiedades, etc- es cuatro veces superior en mujeres que en hombres.

La prevalencia de víctimas de maltrato es mayor entre los ancianos dependientes (1,5%) que en la población general (0,8%), según los datos del Centro Reina Sofía. Además, manifiesta que el 75% de los cuidadores que incurren en maltrato son mujeres. Aproximadamente uno de cada 100 ancianos fue víctima de maltrato intrafamiliar en España en 2007; esto supone, a escala nacional, cerca de 60.000 ancianos maltratados cada año. Este porcentaje se cuadruplica entre los que presentan una dependencia grave, señala el estudio.

Morlán declara que "en 75 años la población total se habrá triplicado; la de ancianos se sextuplicará y los mayores de 80 años se decuplicará. Para muchos, el anciano no será la solución, sino el problema. ¿Qué hacer?, ¿cómo tratarlo?".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene definido el abuso y maltrato a mayores como un problema de Salud Pública. Por razones de método los mayores con demencia no se clasifican dentro de los grupos objeto de este estudio, aun conociendo la alta incidencia teórica de malos tratos susceptibles de padecer.

Los expertos coinciden en señalar que el agobio y las situaciones de estrés por la que atraviesan los cuidadores pueden ser caldo de cultivo para que se produzca el maltrato. Además, resaltan que se debe dar el debido apoyo a los cuidadores. También consideran que lo más importante es sensibilizar, informar y formar sobre los malos tratos, tanto a la sociedad como a los profesionales que atienden a las personas mayores. Y sobre todo, tolerancia cero.