Los problemas de salud, la imposibilidad de pasar más tiempo con la pareja, el cuidado de familiares o el de hijos son algunas de las razones más señaladas por los españoles que impiden conciliar la vida personal con la laboral. Un 34,5% de las personas encuestadas son profesionales que no ejercen su profesión por incompatibilidad para conciliar la vida personal con la laboral, sobre todo mujeres. Así se desprende de un estudio promovido por el Ministerio de Educación Política Social y Deporte, la Fundación MásFamilia y la Fundación Adecco.

El informe, titulado El impacto de las nuevas formas de trabajo en las estructuras familiares, pone también de manifiesto que un 7,65% de los hombres encuestados aseguran que podrían dedicarle más tiempo a sus parejas si existiera una mejora de los horarios laborales.

Y es que es el colectivo femenino el más perjudicado a la hora de conciliar, produciéndose una pérdida de talento en el mercado laboral. Las mujeres destinan menos tiempo (y de forma más discontinua) al trabajo remunerado, lo que repercute en una menor acumulación de capital profesional y, en consecuencia, en unos niveles de ingresos reducidos. Este hecho se agrava cuando tienen hijos u otra responsabilidad familiar que atender.

En opinión de Francisco Mesonero, director de la Fundación Adecco, y experto en integración laboral "está demostrado que la conciliación laboral es un valor añadido que ayuda a retener el talento y atrae a los mejores profesionales. Por tanto, es una ventaja para la empresa y el trabajador".

"Si existiera un mercado de trabajo más flexible y respetuoso con la conciliación se podría capitalizar un volumen de hasta tres millones de nuevos agentes, de los que un millón serían de alta cualificación", señala Roberto Martínez, director de la Fundación Masfamilia.

Entre las medidas de conciliación más demandadas por el colectivo de trabajadores que tienen a personas dependientes a su cargo destacan la creación de servicios de atención a menores de tres años en el entorno laboral, los permisos puntuales para atender necesidades familiares, la reducción de la jornada o la ampliación del permiso de maternidad.

En cambio, el teletrabajo total o parcial no es una demanda valorada por los distintos colectivos de manera prioritaria. Y la jornada partida es la única medida ofrecida como fórmula de conciliación que todos los casos ha recibido un "suspenso".

Aun así, un 37% del colectivo trabajador ha elegido la jornada a tiempo parcial debido a sus responsabilidades familiares. El grupo más importante en esta modalidad (un 49%) corresponde a mujeres casadas o conviviendo en pareja con personas dependientes a su cargo, mayor de 30 años y con una renta mensual familiar entre 2.000 y 3.000 euros. El informe sugiere que sería preciso conseguir extender entre los varones el trabajo con jornada parcial.