Provincia

San Benito Abad muestra la más purista y antigua tradición romera

  • Los cerreños llevan en procesión al Patrón, en un momento pleno de emociones · El Baile del Poleo centró la atención de los visitantes · El presidente de la hermandad defiende la importancia de la costumbre

Folía, jamugueras, mayordomía, pendones, prioste, galana, silletines o lanzaores son algunos de los elementos que hacen única a la romería de El Cerro de Andévalo en honor a San Benito Abad. Una celebración religiosa que los cerreños han sabido conservar con todo su sabor y devoción pese al discurrir de los siglos, y que transporta a quienes la viven, o simplemente son testigos de ella, a otros tiempos más cercanos a la Edad Media que a la época actual.

Y es que sin duda se trata de la romería más antigua de la provincia de Huelva, cuyo día importante, el Domingo de San Benito, se celebró en los Montes de San Benito con la presencia de numerosos sambeniteros y gentes venidas de toda la provincia atraídos bien por su devoción a San Benito, bien por todos esos elementos que la hacen única y singular como son sus ancestrales trajes, danzas, cantes o cultos.

De esta forma, la localidad andevaleña se funde este fin de semana con su remoto pasado no sólo rememorando, sino además reviviendo algunas de las costumbres mejor conservadas de toda la geografía andaluza tanto desde el punto de vista religioso como etnográfico.

A pesar de que los cerreños llevan ya varias semanas viviendo con intensidad los prolegómenos de esta romería, a la que también denominan función o boda, su inicio oficial no tuvo lugar hasta el sábado con el camino a San Benito. Un camino que en 1971 cambió su antiguo itinerario por el actual para forzar su paso por la aldea de Los Montes de San Benito, una pedanía de El Cerro a la que se quiso dar mayor peso en la romería por ser los montesinos grandes sambeniteros.

El Domingo de San Benito, la mayordomía recibió desde primeras horas con un trozo de dulce de membrillo y un trago de vino de pasas a los numerosos peregrinos que no han faltado a su cita anual con el Santo Patrón en el recinto del santuario.

A media mañana y mirando al cielo aunque finalmente no llovió, se repetía uno de los momentos más esperados cada año por los cerreños como es la breve pero intensa procesión de la imagen de San Benito por los alrededores del santuario a hombros de aquellos sambeniteros con promesa que previamente habían reservado su sitio en el paso amarrando un pañuelo al varal de sus andas.

Sin duda, un momento a la vez místico y mágico en el que la imagen del santo, además de por numerosos devotos, estuvo acompañada durante todo el recorrido por los representantes de la hermandad, los mayordomos, las jamugueras y los lanzadores, que revivieron el ancestral baile de las lanzas sin dar nunca la espalda al Santo.

A continuación, rindieron culto a su patrón durante una eucaristía que estuvo cantada por el coro de la hermandad, y durante la que se hizo la entrega de medallas a los nuevos hermanos.

Tras la misa, los numerosos romeros concentrados en los alrededores del santuario fueron testigos una vez más de uno de los momentos con más tipismo, esplendor y colorido de la romería como es la interpretación, al son de los toques de la gaita y el tamboril, del baile del Poleo por parte de los lanzaores, la mayordoma y las jamugueras.

Tras un intenso día de romería, a las 23.00 horas, los sambeniteros procedieron al rezo del Santo Rosario, siendo testigos a continuación de la entrega de las bandas del Santo Patrón a San Benito Abad por parte del mayordomo, que siguió invitando posteriormente a todos los romeros en el patio de caballos antes de la salida del Cristo.

Hoy Lunes de San Benito, la junta de gobierno de la Hermandad se reúne un año más para ver las solicitudes de petición de las bandas del Santo Patrón, que simbolizan la mayordomía, así como para decidir quién será el mayordomo del año que viene, que se dará a conocer durante una misa en la que las bandas dejadas por el mayordomo saliente serán impuestas al nuevo. Así, entre vivas y aplausos éste se acercará al altar, donde el prioste le quita al Santo las bandas dejadas la noche anterior por el mayordomo saliente, para colocárselas al nuevo. Mientras, varias personas tirarán cacahuetes a voleo sobre las numerosas personas congregadas en la ermita, que entre aplausos y vivas dan una enorme emoción al momento. Colocadas las bandas al nuevo mayordomo, éste dará una vuelta al real de la ermita durante la que será saludado y felicitado por todos.

Sobre las cuatro de la tarde, los peregrinos regresarán de nuevo al pueblo en compañía de la nueva mayordomía.

Según destacó el presidente de la Hermandad de San Benito, Pedro José Romero, la romería está transcurriendo con total normalidad "salvo el camino del sábado, que se vio empañado por la lluvia", y con una asistencia "masiva" de peregrinos.

Para Romero, que lleva ya dos años presidiendo la Junta de Gobierno de la hermandad es "muy difícil definir lo que sentimos estos días los cerreños, aunque por mi cargo, de lo que sí estoy seguro es de la enorme responsabilidad que tenemos todos los miembros de la Junta de Gobierno por representar a una entidad muy reconocida, considerada, y con un rico patrimonio cultural y espiritual".

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