En defensa del patrimonio cultural

La recuperación de la Fuente y el Pilar de Los Parrales en Aroche

  • La Fuente de los Parrales se convirtió en punto de encuentro de campesinos, arrieros y también de contrabandistas l El pilar construido en 1968 oficializó el lugar y hoy luce su antiguo esplendor

LA Fuente de Los Parrales es un manantial que se conoce desde tiempo inmemorial, situado en la carretera de La Contienda, la cual enlaza Aroche con Encinasola, en concreto en las últimas curvas de subida una vez pasado el pantano aruccitano. En 1968 se construyó el pilar por el maestro de obras Juan Mojarro Cuaresma y su peón Conrado.

Por tanto era una fuente de socialización, pues allí se reunían gentes de todas partes, abundando arrieros y jornaleros, estableciéndose relaciones y nexos de unión que han conformado la forma de ser y sentir de los hombres de esta comarca. Esto le ha llevado también a ser un lugar fundamental para entender las relaciones entre España y Portugal en el tema del contrabando.

Las conversaciones establecidas con personas mayores nos pusieron de manifiesto que se tornaba fundamental para beber y abrevar el ganado, sobre todo las caballerías, en una comarca como era la serrana profundamente ruralizada, lo que hace que a poco que preguntemos surjan numerosas anécdotas e historias que encintan y completan el imaginario colectivo, como aquella que dice que "el agua de la fuente de Los Parrales era tan fina que cuando fregabas se te caían los vasos de las manos".

Toda esa vida que un día tuvo murió de un plumazo en la década de los noventa del siglo pasado, cuando se le echó firme al viejo carril de La Contienda, pues los maquinistas que hicieron aquella obra no tuvieron la suficiente sensibilidad como para respetar este símbolo tan querido por los arochenos. El resultado fue que el pilar quedó tapado por la maleza y el manantial desviado, estableciéndose a su alrededor un gran espacio con grandes piedras donde pronto aparecieron las hierbas malas.

El año pasado Expédito Vázquez y el que suscribe comenzamos las gestiones para la recuperación y puesta en valor de este emblemático manantial del patrimonio etnológico del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Con posterioridad, este proyecto fue expuesto a los miembros de la Asociación Cultural Senabra que decidieron apoyarlo.

Lo primero que hicimos fue buscar el venero y el pilar, que en aquel momento se encontraban cubiertos de zarzas. También nos pusimos en contacto con las instituciones propietarias del espacio y con el director del Infoca que amablemente nos prestó una cuadrilla, que dirigida por Alejandro Anarte retiró la maleza. El sábado pasado se completó la recuperación gracias a la inestimable labor de Expedi Vázquez Tejero, Sebastián Díaz Carlos, Félix Franco Rachón y Eladio Joaquín De Jesús Talego, y con la colaboración del Ayuntamiento de Aroche que nos suministró los materiales. Los trabajos que hemos llevado a cabo han sido la construcción de una poza de concentración de las aguas del manantial defendida por un muro de piedra artesanal, encañamiento del agua hasta el pilar, así como la reforma y encalado de éste. El agua que se perdía por zonas agrestes queda así dirigida al pilar que vertirá la sobrante al barranco de Valdesoltella, y en última instancia al pantano.

En una segunda fase pretendemos se habilite un área de descanso o servicio en los alrededores donde serranos y turistas puedan admirar este impresionante patrimonio. El valor paisajístico del lugar es excepcional, no en vano desde allí se puede contemplar la Sierra de Aroche, los Picos de Aroche, el Valle del Chanza y lugares tan lejanos como Las Peñas. La arboleda cercana también es un aliciente, pues los alcornoques llegan hasta las mismas entrañas del manantial, favoreciendo su conservación. Además sería muy bueno la señalización que identifique el bien patrimonial, su mantenimiento y su inclusión en el catálogo de manantiales de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

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