La puesta en marcha del trasvase de 4,9 hectómetros cúbicos puesto en marcha desde la cuenca del Tinto-Odiel-Piedras a la del Guadalquivir para el riego de hectáreas agrícolas en el entorno de Doñana ha permitido el cierre de más de un centenar de pozos que captaban agua ilegalmente del acuífero del espacio natural. Así lo destacó ayer Cristóbal Picón, presidente de la Comunidad de Regantes Condado de Huelva, quien precisó que se está a la espera de que en próximos días se solvente la llegada de agua a las 200 hectáreas de la zona que restan, pendientes de la Declaración de Impacto Ambiental, lo que supondría el cierre de todos los pozos en las fincas.

Picón indicó que esta medida, unida a las concesiones que por un año les ha otorgado la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para el riego de 2.700 hectáreas tras los resultados del estudio del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) que determinaron que había disponibilidad para ello, permite que el sector en esta zona tan sensible comience la campaña con "la seguridad jurídica y medioambiental" que demandaba.

La situación actual "aporta seguridad jurídica tanto a los productores, por tener cubierta las necesidades de agua, como a los clientes, como a la Fiscalía y medioambientalmente; trabajamos, por tanto, con garantías y condiciones legales necesarias para poder vender fruta en países de Europa", dijo Picón. Precisó que resta la ejecución del trasvase de 15 hm³ que no se podrá volver a impulsar hasta que no esté conformado el nuevo Gobierno.

Picón se refirió a las alegaciones presentadas por agricultores de la zona ante la Junta de Andalucía al quedar fuera de la regularización del Plan de Ordenación de Regadíos de la Corona Norte Forestal de Doñana. Indicó que desde el Ejecutivo andaluz se les trasladó que ya están prácticamente todas contestadas: "Hay parcelas que se van a quedar sin catalogación de regadíos porque son posteriores a 2004 pero la generalidad va a tener una seguridad, al cultivar en una zona con un terreno ordenado que es lo que queríamos, tener una actividad agrícola normalizada y regulada para no tener problemas en destino".