Decenas de personas defensoras de los animales se concentraron ayer en Matalascañas, convocados por la asociación La Sonrisa Animal (LASA) y la asociación Animaliüs para demandar que los perros puedan entrar en la playa. La movilización se llevó a cabo en la zona de Caño Guerrero con el fin de protestar por la prohibición por parte de la Junta de Andalucía de las playas adaptadas para mascotas.

Con la concentración, los manifestantes protestaron ante la aplicación de un "reglamento caduco, que hace que en Andalucía seamos los más retrógrados en cuestiones de bienestar y derechos de los animales, mientras que el resto de comunidades siguen avanzando".

Con ello, exigieron a la Junta de Andalucía que permita a los ayuntamientos que se habilite la entrada de los perros a las playas, porque "ellos disfrutan como nadie de la arena, el agua y las olas. Y siendo cívicos y responsables, los perros no tienen por qué suponer un problema en las playas".

Los convocantes consideran que se ha demostrado que la presencia de perros en las zonas de baño "es perfectamente compatible con la salubridad pública como se pone de relieve en las decenas de playas adaptadas españolas que existen desde 2010".

Las asociaciones LASA y Animaliüs lamentan que la Junta de Andalucía determinara hace unas semanas que "las playas caninas no estarían permitidas en Andalucía", con excepción de que resulte preciso para el desarrollo de actividades debidamente autorizadas por la autoridad sanitaria competente.

Según estos colectivos, la normativa andaluza afecta a todos los municipios de Andalucía, por lo que "el Gobierno autonómico, en lugar de seguir avanzando como el resto de España en la protección del bienestar y la ampliación de los derechos de los animales de compañía y de sus propietarios, retrocede 17 años y decide, aplicando una norma hasta el momento "olvidada", prohibir a los ayuntamientos que voluntariamente, en uso de sus facultades, determinaran en sus ordenanzas la habilitación de playas caninas".

"Todo esto resulta sorprendente y retrógrado, pues las normas con rango de ley tanto estatales como autonómicas solo establecen las bases para asegurar la salubridad de las playas, y las normas administrativas competencia municipal han podido regular este aspecto de forma adecuada, haciendo compatibles la seguridad y salubridad de las playas, con su uso y disfrute por parte de los ciudadanos que deseen acudir con sus animales de compañía", aseguran.

En la temporada de verano de 2015, las 14 playas habilitadas para mascotas por los ayuntamientos andaluces han sido "prohibidas", al decidir "recuperar" el Gobierno de la Junta un reglamento administrativo, que lo que necesita es "ser modificado, en lugar de aplicado de forma incongruente".