La batida que las autoridades y la familia de Juana Ropero, desaparecida en Punta Umbría desde el lunes, habían organizado y en la que participaron decenas de vecinos de la localidad dio ayer sus frutos. La mujer, de 57 años y con esquizofrenia, fue localizada por la mañana en buen estado en el paraje natural de Los Enebrales del municipio, en un punto abrupto y lleno de alta vegetación que está próximo a la Mata Negra, junto a las dunas de la playa.

Fuentes municipales informaron de que fue un grupo de ciudadanos que participaba en la batida que había partido a las 10:30 desde el chiringuito El Camarón, en el que precisamente participaba el alcalde de la localidad, Gonzalo Rodríguez, el que sobre las 11:30 consiguió localizarla.

La mujer se encontraba desorientada y un poco deshidratada, ya que llevaba fuera de casa cinco días, y fue trasladada de inmediato al centro de salud de Punta Umbría, en el que se le realizó un chequeo general.

El regidor municipal quiso agradecer especialmente la colaboración ciudadana que ha propiciado el hallazgo, una batida en la que han participado 100 vecinos, agentes de la Policía Local, voluntarios de Protección Civil, familiares y miembros de la Corporación Municipal, con la coordinación de la Guardia Civil.

González Nevado explicó que en estos días Juana se ha mantenido con fuerzas gracias a unas magdalenas que llevaba, pero no disponía de agua. "Afortunadamente hemos llegado a tiempo", declaró ayer el alcalde, visiblemente emocionado con la movilización vecinal y el feliz desenlace.

Ya en la noche del jueves, familiares y miembros de la Policía Local realizaron una búsqueda por la zona en la que ayer apareció Juana. No obstante, fue ayer, con más luz y grupos organizados y más numerosos, cuando se la ha podido localizar.

El Ayuntamiento de Punta Umbría y la familia hicieron un llamamiento a la población a través de las redes sociales, los medios de comunicación y la mensajería instantánea para que acudiera el máximo número de personas posible a la batida, superando ayer todas las expectativas de participación.

El cuñado de Juana, José Delgado, explicó a este diario que "llevaba entre 20 y 25 días sin tomar la medicación y puede que le haya dado un brote" que la desorientara o empujara a tomar la determinación de no volver a casa. Juana gozaba de cierto grado de independencia y salía a pasear sola si era preciso. Su familia estaba muy preocupada, al no saber de su paradero. Afortunadamente, el caso se ha resuelto con el mejor de los finales.