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Los freseros desmantelan los cultivos ante el derrumbe de los precios

  • El kilo de fresa de primera para consumo se paga en los mercados mayoristas a la mitad de que lo cuesta producirlo Las pérdidas se cifran en 2.000 euros semanales

Al final se están confirmando los peores presagios en torno a la actual campaña agrícola de la fresa y ante la falta de rentabilidad de las explotaciones propiciada por el derrumbe de precios, que este año está siendo más acentuado que nunca, agricultores de la costa occidental han comenzado a arrancar sus plantaciones, dando por finalizada la temporada tan sólo un mes y medio o dos meses después de su inicio, con importantes pérdidas económicas.

Así lo pudo comprobar ayer este periódico en una finca de Cartaya cuyo propietario, David Díaz Rodríguez, ha tomado la drástica decisión después de llevar prácticamente toda la campaña perdiendo unos 2.000 euros semanales ya que, según sus palabras, entre seguridad social y salarios gasta semanalmente unos 6.000 euros y por la venta de su producto sólo ingresa 4.000. En su misma situación se encuentran ya otros empresarios agrícolas de la zona que también han dado por finalizada la campaña y han comenzado estos días a arrancar sus plantaciones, especialmente en Cartaya y Lepe.

Según David Díaz, estos días se está pagando el kilo de fresa de primera para consumo en los mercados mayoristas a 0,48 euros, "cuando cuesta el doble producir la misma cantidad", un precio que se vienen manteniendo toda la campaña lo que significa, "una ruina total".

Díaz cifra en 2.000 euros semanales las pérdidas en concepto de explotación de la finca, "a los que hay que sumar la inversión realizada", por lo que calcula que esta campaña ha perdido entre 50.000 y 60.000 euros.

Las pérdidas acumuladas ha motivado que ayer mismo diera de baja a toda su plantilla, 32 personas en total, a excepción de una cuadrilla de cinco trabajadores, que están realizando las labores de desmantelar la finca de 12 hectáreas que ocupa su explotación agrícola, lo cual les llevará aún unos días.

Este agricultor cartayero prevé que con el tapón de fresas que tradicionalmente se produce en los mercados en Semana Santa, motivado por su cierre durante varios días, "después de la fiesta no va a quedar casi nadie produciendo".

Díaz explicó que esto es la primera vez que le sucede en los 30 años que su familia lleva dedicándose al cultivo de la fresa, y que se ve obligado a arrancar unas plantas que sembró el pasado 30 de septiembre y que deberían estar productivas hasta junio, después de haber producido cada una unos 300 gramos de fresa, cuando en teoría deberían llegar a producir alrededor de un kilo de fruta.

Igualmente, lamenta que la situación está tan mal este año que hasta el mercado de la fresa para industria, que podría ser una alternativa para no perder, o al menos para perder bastante menos, también está totalmente saturado, por lo que tampoco se está comercializando en este sentido.

Que este año podría darse esta situación ya lo adelantó a través de Huelva Información el pasado día 26 de marzo el representante de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Huelva, Antonio Luis González Martín, quien ya alertó sobre la "ruina" que para el sector onubense podría suponer la actual "caída en picado" del precio de la fresa, tanto en los mercados nacionales como internacionales.

El presidente de Asaja-Huelva, José Luis García-Palacios Álvarez, también advirtió entonces sobre la caída de precios y el presidente de Freshuelva, Alberto Garrocho, explicó hace unas semanas que el aumento de la producción ha conllevado un descenso en los precios de venta en mercados europeos.

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