Aracena tuvo ayer un día de Reyes más festivo de lo habitual ya que recibió parte del segundo premio del sorteo extraordinario de la lotería de El Niño con el número 69.362. El afortunado, cuya identidad y origen se desconocía al cierre de la edición, ha ganado por un décimo que le costó 20 euros la cantidad de 75.000 euros (doce millones y medio de las extinguidas pesetas).

El boleto fue vendido en máquina (terminal electrónico) y en ventanilla en la administración de lotería ubicada en el café-bar Museo del barrio de San Pedro, la zona más turística de la localidad por su proximidad a la Gruta de las Maravillas. Aracena sólo tiene dos administraciones de lotería: la afortunada que repartió el premio y que lleva como tal seis años, y Trébol, ubicada junto al Paseo de Aracena, siendo a la vez más antigua. Es el primer premio importante que distribuye esta administración lotera cebollera y, aprobablemente, el único hasta ahora en la localidad, ya que no se conoce ningún otro premio destacado en el sorteo de Navidad ni en El Niño.

La mañana de ayer comenzó tranquila, como la de cualquier 6 de enero, con niños en la calle jugando con sus regalos y mucho tránsito de vecinos para ir a casas de familiares y seguir recibiendo presentes.

La familia del bar Museo, como otra más, tenía el negocio cerrado, ya que su actual responsable, Rafael Guerra Guerra, tiene tres niños pequeños: uno con siete años y dos mellizos que no llegan a los dos años de edad, y había preferido vivir este día junto a ellos. Aún así, ya que vive al lado del bar, fue al despacho por la mañana para ver los números que había vendido y repasarlos, aunque reconoce que "muchos me los sé de memoria y los habituales cuanto menos me suenan".

En ese momento recibió la primera llamada de uno de los trabajadores de la delegación de Loterías y Apuestas del Estado de Huelva capital para comunicarle que había vendido el segundo premio, una llamada que "recibí con sorpresa y alegría", asegura. Rafael Guerra "no estaba siguiendo el sorteo ni por radio ni televisión", pero sí se enteró rápidamente de que Aracena había sido uno de los lugares agraciados. A partir de entonces, el teléfono fijo del bar y el móvil empezaron a "echar humo con una llamada tras otra" y muchos medios de comunicación querían conocer las primeras impresiones y cerciorarse de la noticia. Minutos después llegaron dos efectivos de la Policía Local de Aracena porque al alcalde del pueblo, Manuel Guerra, igualmente le estaban llamando varios medios y necesitaba saber el alcance y veracidad del premio.

El bar Museo es un negocio familiar y querido en Aracena, como tantos otros, que además tiene su clientela fija, como demuestra que aún estando cerrado en cuanto vecinos y fieles visitantes vieron las puertas entre abiertas no dudaron en ir, la mayoría sin saber nada de la gran noticia.

El Museo es un bar que abrió en 1986 (27 años de vida) de la mano por Juan y Luisa, padres de Rafael Guerra, quien ahora lleva el negocio junto a su mujer, Mari Carmen, y cuenta además con la ayuda de sus padres.

La incertidumbre al principio fue tal que hasta el director de la delegación de Loterías y Apuestas del Estado en Huelva, Antonio Lacoba, se trasladó hasta Aracena sin saber a qué administración en concreto había tocado. Fue en el transcurso del viaje para entregar el documento oficial del premio cuando supo que era en el bar Museo. Nada más llegar colocaron varios carteles tanto en el interior como exterior del lugar, para la sorpresa de vecinos que se paraban en la misma carretera junto al bar porque habían escuchado la noticia por los medios o bien lo habían visto a través de las redes sociales.

Finalmente, sólo fue un boleto el vendido, aunque por el pueblo surgió el rumor de que eran varios e incluso que les había tocado a algunos vecinos cebolleros. La identidad y el origen del afortunado se desconoce.

Guerra no conoce con exactitud "cuántos boletos, que son iguales y tiene el mismo valor que el clásico décimo, hemos vendido" aunque sí asegura que este año "se ha vendido más tanto para Navidad como para El Niño". Incluso señala que si tuviera también el décimo de toda la vida vendería mucho más que con los boletos vendidos por máquina.

El sorteo de la lotería de El Niño dejó un segundo premio muy repartido por todas las provincias andaluzas, salvo Jaén, donde sin embargo cayó una parte del tercero.

El segundo premio fue vendido, además de en Aracena, en Tijola (Almería), Alcalá de los Gazules y Algeciras (Cádiz), Luque y Rute (Córdoba), en Córdoba capital, Huétor Santillán y Huetor Tajar (Granada), Velez-Málaga, y Sevilla capital.

En la provincia de Córdoba, se vendió en la administración de la plaza de la Compañía de Córdoba y en la administración única del municipio de Luque. En esta localidad vendieron do diez décimos, premiados con 75.000 euros cada uno.

En Vélez-Málaga se vendieron diez décimos por ventanilla, en la administración número 2. La administración número 2 de Huétor Tájar, la única vigente en el municipio del Poniente granadino, validó de forma electrónica un décimo agraciado, igual que en la única administración de loterías de Huétor Santillán, donde también se vendió el número desde el terminal electrónico.

Además de en estas localidades andaluzas, el segundo premio también fue vendido en otros 29 lugares de diez comunidades autónomas.