La casa en la que vio la luz el 23 de diciembre de 1881 el poeta moguereño Juan Ramón Jiménez reabre hoy a las 19:00 sus puertas con motivo del aniversario del nacimiento del Premio Nobel de Literatura, cuya memoria se mantendrá viva gracias a la sala del gran poeta e investigador juanramoniano Francisco Garfias, que también se inaugura hoy dentro del mismo inmueble.

Coincidiendo con el 132 aniversario del nacimiento de Juan Ramón, y dentro de los actos del Año Platero, que conmemora el centenario de la primera edición de la obra más universal del Nobel moguereño, Platero y yo, el Ayuntamiento reabre la casa natal de la calle Ribera tras un proceso de remodelación y actualización de contenidos, que tiene como elemento más destacado la creación en una de las galerías superiores del edificio, de la Sala Francisco Garfias, un espacio que pretende mantener y proyectar la figura del gran poeta, orador y pregonero fallecido en 2010.

Durante casi 40 años de trabajo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, Garfias desarrolló una ingente labor de compilación y edición de la obra de Juan Ramón Jiménez, convirtiéndose en el primer gran especialista en la poesía del poeta de la luz, y en su principal biógrafo dada la estrecha amistad que siempre mantuvo con los familiares del autor de Platero y Yo. Esta estrecha relación entre Francisco Garfias y Juan Ramón Jiménez ha llevado al consistorio local a ubicar el magnífico fondo documental y artístico que compone el legado que Francisco Garfias dejó al pueblo de Moguer en una de las salas nobles de la Casa Natal, donde se recrea con gran acierto el ambiente de la vivienda de la calle del Sol en la que nació y murió el gran poeta universal.

En cuanto a la nueva tematización del inmueble, la planta baja albergará información sobre el Moguer de la época en la que nació y vivió su infancia y adolescencia Juan Ramón Jiménez, sobre la familia del poeta y sus actividades sociales y económicas relacionadas directamente con la producción y comercialización de vinos. En este sentido, se exhiben al público unas espectaculares maquetas que recrean el puerto y las bodegas de Moguer, así como dos salas dedicadas a dos de las más importantes obras del Andaluz Universal, como son Espacio y Platero y Yo.

En cuanto a la planta alta de la casa natal, una de las galerías está dedicada a la figura de la esposa, compañera y decisiva colaboradora del Premio Nobel, Zenobia Camprubí, así como a la relación de magisterio que Juan Ramón desarrolló con los integrantes de la denominada Generación del 27, dedicándose también un espacio a reconocer la labor del albacea de su legado, su sobrino Francisco Hernández-Pinzón, cuya hija Carmen, representante de la comunidad de herederos, ha colaborado generosamente con el Ayuntamiento de Moguer cediendo a tal efecto numerosos material documental y bibliográfico que aumenta el interés expositivo de la casa natal.

En otra de las galerías del piso alto del inmueble se ubica la Sala Francisco Garfias, en la que se pueden admirar infinidad de libros, cuadros, documentos, enseres y objetos relacionados con su vida y con su intensa actividad artística; un excepcional fondo que el poeta legó al pueblo de Moguer, y que a partir de hoy puede ser admirado por todas las personas que lo deseen.