Después de tres días de dura marcha, tan sólo les separa ya una hora y media de camino de su objetivo: el edificio Torretriana de Sevilla, sede de la Consejería de Educación Cultura y Deporte. Una vez allí, los miembros de la Marcha de los mandiles, integrada por 6 de los 18 trabajadores de la Escuela de Hostelería de Islantilla, a los que la Junta de Andalucía les adeuda ya casi 10 nóminas, esperan que sea el propio consejero del ramo, Luciano Alonso, quien les reciba y recoja directamente el manifiesto que portan y en el que reclaman el abono de sus nóminas, además de expresar la "terrible y crítica" situación que están atravesando junto con sus familias y pedir que alguien les aclare su futuro.

Según ha destacado el representante de la plantilla, Blas Moreno, el camino ha sido duro por los kilómetros que han recorrido, pero sobre todo por el frío, "que a ciertas horas se deja notar". No obstante, el calor y los apoyos que han recibido allá por donde han pasado "lo compensan todo".

Si en el martes Moreno se quejaba del cansancio y las ampollas en los pies que habían comenzado a hacer mella en el grupo, "hoy nos hemos animado muchísimo cuando hemos llegado a Castilleja de la Cuesta y nos hemos dado cuenta de que todo el esfuerzo ha valido la pena por encontrarnos ya a las mismísimas puertas de Sevilla y tener nuestro objetivo a un tiro de piedra".