El alcalde de Almonte, José Antonio Domínguez, acompañado por técnicos de Aqualia, empresa concesionaria de la gestión del ciclo integral del agua en Matalascañas, inauguraron ayer la construcción del nuevo decantador lamelar en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). La actuación permite duplicar la capacidad de tratamiento de la planta, elevándola hasta los 1.200 metros cúbicos por hora y brindando un segundo tratamiento terciario gracias a la infraestructura levantada durante la ejecución de la primera fase. Con un presupuesto de 4.300.000 euros, el Ayuntamiento de Almonte ha afrontado la inversión con cargo a los diez millones que tendrían que percibir por la concesión administrativa del servicio durante los próximos diez años. En virtud de este convenio, Aqualia ha asumido y ejecutado las obras, que han contado con la supervisión de los técnicos municipales.

Acompañados por el jefe de la Unidad de Gestión de Huelva, Gabriel Morales, el jefe de Obra, Venancio González, su homónimo adscrito a esta misma unidad, Pedro del Campo, amén del responsable de Servicio en Matalascañas y El Rocío, Juan Carlos Benítez, supervisaron las nuevas infraestructuras junto a la comitiva municipal, que conoció de forma pormenorizada los tres procesos al que se ven sometidas las aguas negras.

El mayor desafío que presentaba el proyecto radicaba en que durante la ejecución de las obras la EDAR no podía interrumpir su funcionamiento, para lo cual antes de demoler el decantador se procedió a levantar una planta de tratamiento terciario que, a partir de ahora, trabajará en paralelo a la nueva infraestructura de hormigón. Los primeros trabajos se desarrollaron antes de la temporada estival del 2012, mientras que en el mes de octubre se procedió a la demolición del antiguo decantador, que tras medio siglo de servicio había llegado al final de su vida útil.

De otro lado, el campo de golf Dunas de Doñana presumía de ser uno de los primeros complejos deportivos medioambientalmente sostenibles. Sin embargo, la realidad es que sus necesidades hídricas no podían ser cubiertas en su totalidad por el agua depurada de la EDAR, por lo que el mantenimiento de su lago artificial y el riego de sus zonas verdes, que se extienden a lo largo de 60 hectáreas, precisaban de complementarse con agua potable.

El alcalde, José Antonio Domínguez, explicó que con esta actuación estamos en disposición de "duplicar la capacidad de agua para riego" que se bombea con destino a la infraestructura deportiva, lo que implica "reducir a la mitad la necesidad de agua potable", lo que a su juicio "representa un avance y un dato muy significativo".

Las nuevas infraestructuras no suponen descartar el proyecto de EDAR con tratamiento biológico que desde hace años prometía el Gobierno central. La falta de recursos de los que adolece las administraciones frenó su construcción, cifrada en 20 millones de euros, gracias a cuya inversión se podrá proceder a brindar un tratamiento biológico como exige la Comunidad Europea. El alcalde destacó que las obras no podían demorarse en el tiempo y adelantó que el Consejo de Ministros va a declarar de utilidad pública la nueva depuradora.