El Paseo Marítimo de Matalascañas se hunde poco a poco. Un estudio en poder del Ayuntamiento de Almonte así lo indica. El informe señala que el 80% de los cuatro kilómetros carece en la base de arena suficiente para mantener toda la estructura superior, según informó la asociación de propietarios del enclave costero. Fuentes del Ayuntamiento han corroborado la existencia del documento, aunque no se ha dado a conocer de manera oficial.

El Consistorio comunicó el pasado día 4 el estado de la rambla marítima durante una reunión con las asociaciones de Matalascañas tras un estudio radiológico realizado con georradar después de que un camión de Aqualia se hundiera cuando realizaba la limpieza de los pozos de saneamiento de las viviendas de dicho paseo, cuando el firme cedió a su paso. Del informe, que el Ayuntamiento anunció en marzo y del que dio cuenta el concejal de Medioambiente, José Joaquín de la Torre, se desprende que gran parte del itinerario está hueco debido a la cantidad de arena que se está perdiendo.

El presidente de la asociación de propietarios, Juan Gómez, detalló que el agua llega ya a los cimientos de algunas comunidades de vecinos, por lo que han recomendado que se prohíba el tráfico de vehículos pesados por el Paseo Marítimo para evitar así que vuelva a producirse incidentes como el del camión. Gómez volvió a denunciar la pérdida masiva de arena de hasta tres metros de altura en algunas partes de la playa.

El avance del mar ha acabado ya con uno de los chiringuitos recién instalados y cuando sube la marea y llega la pleamar apenas si queda un metro de arena para los bañistas en la zona de Caño guerrero.

Gómez insistió que el litoral almonteño precisa de un plan de regeneración integral lo antes posibles o de lo contrario desaparecerá el turismo, porque "año tras año nos estamos quedando sin playa" y "el Gobierno central no hace nada por evitarlo".

El presidente de la asociación demandó una "actuación urgente" en vez de "tantos estudios" que al final "sólo sirven para aportar distintos puntos de vista sobre el problema", pero ninguno de ellos "es resolutivo" ni ataja el avance del mar y la pérdida de la playa y los acantilados que se está produciendo. Parte del camping de Doñana, en concreto tres calles, y las casas de los pescadores han desaparecido ya. Según Gómez de seguir la dinámica del mar peligra hasta el faro.

El Ministerio encargó el pasado mes un estudio general de toda la costa onubense para "buscar una solución global" a la falta de arena, según informó el secretario de Estado de Medio Ambiente, Francisco Ramos, quien recordó que se han empezado algunas actuaciones donde se ha creído más conveniente, como en El Portil e Isla Canela. Costas ha reconocido que las soluciones puntuales "no han funcionado" por lo que se ha optado por cambiar las orientaciones que hasta ahora se han llevado a cabo.

Gómez señaló que ya en febrero de 2009 la Dirección General les remitió un documento en el que indicaba que estaban haciendo estudios medioambientales para la regeneración de la playa y que como mucho en 2011 se efectuarían las actuaciones pertinentes, sin que hasta la fecha se haya llevada a cabo ninguna de ellas. Costas ha informado a la asociación que por el momento no hay ninguna actuación de envergadura prevista, sino tan solo el relleno que algunos huecos que dejaron al descubierto el vertido de aguas residuales.

Gómez recordó que en 2009, siendo consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, el Gobierno destinó 5 millones de euros para arreglar la playa y el Paseo Marítimo, y que ha desaparecido de los Presupuestos Generales del Estado la inversión de 11 millones prevista en 2003 para el mismo fin. Después de años de espera, la asociación se pregunta a dónde ha ido a parar el dinero y exige de nuevo al Gobierno central una solución inmediata porque la temporada veraniega está a vuelta de la esquina.

El presidente vecinal instó al alcalde de Almonte, José Antonio Domínguez, a que presione al Gobierno para evitar el deterioro del litoral. Una de las soluciones, apuntó, pasa por la supresión del Espigón Juan Carlos I (como demandan los vecinos y el regidor) y la construcción de diques en forma de peine, como recomendaron algunos expertos.