El Ayuntamiento de Almonte, el sector empresarial de Matalascañas y la empresa concesionaria de la gestión del ciclo integral del agua en el núcleo costero (Aqualia) presentaron ayer en sociedad un esbozo de las obras de mejora de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), las cuales finiquitará los problemas y limitaciones inherentes a una planta con más de veinticinco años de antigüedad y con un decantador que ha alcanzado el medio siglo.

Aqualia se comprometió a que la primera fase del proyecto esté finalizada antes del inicio de la temporada estival, con lo que se garantiza la depuración de detritus ante cualquier contingencia que pueda surgir en la EDAR. Un elemento que, huelga decir, representaba una prioridad para administraciones y sectores sociales y empresariales.

Precisamente a respaldar la iniciativa acudieron los presidentes de las Asociaciones de Hoteleros, Alejandro Berdejo; de Chiringuitos de Matalascañas, Antonio Ángel Ojeda, su homónimo de Playa de Doñana, Francisco Freire; el de la de la Asociación de Propietarios, Juan Gómez; Cepyme Almonte, Pedro Roldán; y los comerciantes de Caño Guerrero, María del Rosario Medina; mientras que de Aqualia se personó Juan Carlos Benítez, jefe de servicio.

El alcalde, José Antonio Iglesias, señaló que con esta inversión se "garantiza" la temporada turística, a la par que agradeció que los distintos grupos políticos que integran la corporación el que dejasen de lado sus propios intereses en favor del de los ciudadanos, gracias a lo cual ha "triunfado el dialogo y la cordura".

Sin demora hoy viernes está previsto que se rubrique la concesión administrativa por diez años del servicio integral del agua en Matalascañas, El Rocío y el polígono Industrial El Lirio; dando así cumplimiento a la propuesta municipal que contó en la cámara local con el respaldo del PP e IU y la abstención del PSOE.

En base a este acuerdo la empresa privada afrontará las inversiones necesarias en la planta, si bien el propio ingeniero responsable de las obras, Rocío Santiago, adelantó la imposibilidad de concretar cifras hasta que no se remate el diseño del proyecto. En cualquier caso, será la empresa Aqualia quien costeará la financiación de toda la obra civil y la maquinaria necesaria a cuenta de los diez millones de euros que abonará a la institución local en concepto de la concesión administrativa del servicio durante los próximos diez años.

Santiago explicó que el desafió de ingeniería lo conforma el hecho de que durante el curso de las obras no se interrumpirá el proceso de depuración a efectos de garantizar el óptimo estado de la playa y la preservación medioambiental del entorno.

Para cumplir estos objetivos se acometerá de inmediato el desarrollo de una primera fase que comporta la construcción de una nueva línea de tratamiento terciario que duplicará la actual capacidad de la planta. Estos trabajos culminarían antes del inicio de la temporada estival, lo que implica que a mediados de junio la EDAR estará en disposición de tratar todas las aguas residuales que llegue a la planta, aun cuando exista cualquier fallo en el funcionamiento del decantador. Una vez finiquitado este paso se podrá demoler ésta obsoleta infraestructura que ha llegado al "final de su vida útil".

En síntesis, los aspectos técnicos más importantes serán la renovación integral del bombeo de agua bruta, bombas, zócalos, colectores de impulsión y válvulas. Asimismo se renovarán los carros de las dos líneas de desarenadores; amén de todo el circuito integral del bombeo de agua tratada y los cuadros eléctricos de pretratamiento.

Según informó Aqualia, la segunda fase, que habrá de desarrollarse forzosamente "fuera de la temporada estival", implicará la demolición del decantador existente, con medio siglo de vida, y la construcción de otro de tipo lamelar. Esta segunda actuación, con un plazo de ejecución de siete meses, se ejecutará una vez se habilite el desvió provisional para que las aguas residuales que lleguen a la EDAR se canalicen hasta el nuevo ciclo terciario.