Cultura

Tras la leyenda de la Casa del Diablo

  • El centro Puerta del Atlántico organiza una ruta guiada por edificios singulares de Huelva

Cuenta la leyenda que una señora se comprometió con el diablo a coserle su capa roída pero la mujer falleció sin cumplir su promesa y el demonio la obligó, después de muerta, a coserle por las noches la capa. Así estuvo penando y el sonido de su máquina de coser y sus quejidos traspasaban los muros de su vivienda, en la calle Palos, actual sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos.

Ésta es una de las historias vinculadas a la denominada Casa del Diablo, que forma parte de la tradición oral y que escucharon de niños algunos de nuestros mayores. Un relato que volvió ayer a contar José María Maldonado, informador turístico, durante la ruta por edificios singulares de Huelva, organizada desde el centro Puerta del Atlántico, que empezó en el Colegio Oficial de Farmacéuticos, construido en 1969 en el solar de la Casa del Diablo, en cuya fachada se pueden apreciar las dos caretas de diablillos de la anterior edificación

Unas treinta personas participaron en esta ruta por la historia de la ciudad. En torno al brocal del pozo en el patio interior del Colegio Oficial de Farmacéuticos -lo único que se conserva del antiguo inmueble del siglo XVIII-, Maldonado relató la historia de la denominada Casa del Diablo. Apuntó que tras el terremoto de Lisboa (1755), el edificio, que también se utilizó como enfermería, quedó en mal estado y hubo que reconstruirlo, siendo entonces cuando se colocaron en la fachada las dos carátulas.

Tras esta introducción, se procedió a una visita guiada por las instalaciones del Colegio Oficial de Farmacéuticos, a cargo de Remedios Bocanegra, secretaria técnica del organismo colegial, que condujo al grupo a una sala donde se reproduce una botica de principios del siglo XX, cuyos muebles, material e instrumental proceden de una farmacia de Alájar, que se ha reconstruido tal cual estaba en el localidad serrana.

También mostró Bocanegra la pinacoteca de pintores onubenses, "de las mejores de la provincia de Huelva", así como un título de farmacéutico de 1815 expedido por la Universidad de Sevilla, uno de los tesoros del Colegio.

Posteriormente, el grupo se trasladó a la calle Berdigón para ver, en el número 14, una casa del siglo XVI, "coetánea a la visita de Cristóbal Colón a Huelva", apuntó Maldonado, que explicó que se trata de una vivienda de pescadores, que se ha restaurado respetando lo máximo posible su estructura y fisonomía original. El informador turístico indicó que era una casa con una sola habitación en la planta baja y un doblado, que mantiene en el actual patio interior parte del empedrado, por el que, según Maldonado, subían la barca después de pescar, "de ahí la pequeña inclinación del mismo". Recordó que el agua de la ría "llegaba prácticamente aquí", a lo que uno de los que realizaron la ruta añadió que "la calle se llama Berdigón porque aquí se cogían berdigones".

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