A punto de cumplirse los dos años de su detención, el presunto pederasta al que se le imputan abusos sexuales de al menos ocho menores de su entorno (incluidas sus propias hijas y sobrinas) comparece ante el juez. Según ha podido saber este diario, F.B.A. ha sido citado hoy en la Audiencia Provincial (Sección Primera) para revisar su situación y establecer una prórroga de su prisión preventiva, después de haber cumplido la condena que le impuso el Juzgado de Violencia a la Mujer por maltrato a su ex esposa.

F.B.A., que se encuentra internado en una penitenciaría de Sevilla, será trasladado al Palacio de Justicia para comparecer de nuevo ante la autoridad judicial. Este supuesto caso de pederastia, en el que la Junta de Andalucía se encuentra personada como acusación particular en representación de algunos de los menores que fueron víctimas del imputado, salió a la luz tras una denuncia inicial de violencia de género por parte de su ex mujer, I.P., en agosto de 2008.

En el marco de los interrogatorios por esta denuncia, las dos hijas del matrimonio (menores de edad) revelaron a la Policía Nacional los abusos de que eran objeto presuntamente a manos de su padre, a los que siguieron los relatos de más niños en los días posteriores, que consiguieron destapar la denominada 'Operación 1 euro' (dinero que el imputado ofrecía a los niños a cambio de los favores sexuales que les reclamaba y exigía incluso mediante amenazas físicas).

El hombre mostraba películas pornográficas a los menores de los que presuntamente abusó, a los que después amenazaba con un cuchillo para que realizaran los mismos actos que acababan de ver en la pantalla.

Los abusos se habrían producido unas veces en zonas despobladas de la ciudad, donde el detenido llevaba a las víctimas en su coche y otras en el domicilio familiar, especialmente durante los fines de semana, tiempo en el que la madre se encontraba trabajando en un municipio costero.

En el desarrollo de la investigación policial que llevó a cabo el Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional, fue intervenido numeroso material informático para su estudio y dos cuchillos que supuestamente utilizaba el imputado para realizar sus amenazas a las menores.

F.B.A. fue condenado después de su detención, que inicialmente se llevó a cabo tras la denuncia de su pareja, a 21 meses de prisión por sendos delitos de amenazas continuadas y otro de amenaza de muerte puntual a su ex mujer.