En torno las 21:00 del pasado domingo, un hombre entró en el bar Red Lion de la Gran Vía. Cuando uno de los camareros se dirigió a él para atenderle, el desconocido puso sobre la barra una pistola, amedrentándole en tono amenazante. Fueron momentos de tensión que pusieron en alerta a todos los trabajadores del establecimiento y a la clientela presente, dándose aviso inmediato a la Policía Nacional.

Cuatro coches patrulla se personaron en el lugar en pocos minutos, aunque junto a ellos también lo hizo uno de los tres policías locales que habitualmente se turnan en las labores de escolta del alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez, que cenaba a esa hora en la terraza de un establecimiento situado frente al citado bar.

Los agentes conminaron al cliente a que les entregase el arma, pero ante la negativa de éste y en un leve descuido, el escolta del regidor se abalanzó sobre él inmovilizándole en el suelo y colocándole de inmediato unas esposas. 

Tras ser detenido, los agentes comprobaron que el arma en cuestión era una pistola falsa, aunque se podía confundir perfectamente con una real. Después de ello, los agentes de la Policía Nacional pusieron al individuo a disposición judicial.