Todo fue de repente, de modo que ayer a las 09:00, Ángela Domínguez yacía en el suelo de la cocina donde fue encontrada por su yerno, Juan Reposo. La mujer, de 82 años de edad, presentaba sangre en la cabeza y se quejaba de múltiples contusiones. La causa de todo ello fue la caída del techo de una estancia de este domicilio en la calle Zaragoza de la capital.

Según explicó Juan Reposo, "mi suegra se levantó para hacer la comida. Yo estaba aún acostado y de repente escuché un estruendo. Me levanté y la vi tendida en el suelo, con sangre que le manaba de la cabeza".

La mujer fue trasladada de inmediato al hospital Juan Ramón Jiménez, donde se le dieron unos puntos en la cabeza -la lámpara fue lo que le golpeó- y se le escayoló buena parte del torso, ya que la espalda estaba muy hinchada". Pudo haber sido peor, pero el susto será difícil de olvidar, no sólo para ella sino para los otros tres inquilinos de esta vivienda, de una sola planta, ubicada en la barriada de Las Colonias.

En la búsqueda de las causas de este accidente, tanto Reposo como su mujer mantiene que "los problemas surgieron desde que edificaron justo al lado de nosotros". El matrimonio argumenta que notaron hace un par de semanas filtraciones de agua, por lo que llamaron al seguro. Desde allí les dijeron que hasta que no terminaran las lluvias no podían hacer nada, aunque habían establecido la cita para mañana jueves.

Los inquilinos de esta finca de la calle Zaragoza fueron notando que las juntas de una casa y otra se iban desprendiendo "y que ya cabían hasta cuatro dedos. Todo ello ha hecho que la tela asfáltica se haya estropeado".