Los cimientos del negocio de promotores y constructores siguen sin poderse levantar. Desde que la crisis se asentara en ellos en agosto de 2007 la situación no parece reconducirse. Las ventas han tomado el rumbo del descenso ininterrumpido, pero lo peor es que esas ventas que se están produciendo no se impulsan desde el sector, sino que son los bancos los que están marcando la evolución de las estadísticas oficiales en casi la totalidad de las operaciones: más del 80% de los pisos que se venden actualmente en la provincia forman parte del stock de inmuebles que las entidades bancarias han conseguido por culpa de las dificultades de pago de sus propietarios (en su gran mayoría, promotores), según se apunta desde la Asociación de Empresarios de la Construcción (Aeco) de Huelva.

Aún no se ha cuantificado con detalle la bolsa de viviendas que es susceptible de venderse en nuestra provincia, pero lo que se tiene claro es que la que está saliendo al mercado no es la de los promotores, sino la que la banca ha rescatado ante la imposibilidad de los empresarios de hacer frente a una operación de refinanciación de la deuda adquirida. En ese caso, al que se llega en situaciones extremas, los pisos se convierten en la moneda de cambio para intentar hacer desaparecer los números rojos de las cuentas. Los mismos pisos que las entidades sacan al mercado en condiciones que no pueden igualar los promotores. Y es que se están vendiendo inmuebles un 40% por debajo de sus precio inicial. "Negocian directamente con el cliente y acuerdan unas cláusulas a las que nosotros no podemos ni acercarnos", explica el presidente de Aeco, Javier Mateo, que asegura que hace tan solo una semana una entidad bancaria completó en cinco días la venta de todo un edificio en una de las barriadas de más reciente creación de la capital.

Con esta situación no es de extrañar que el sector mantenga que sus ventas continúan paralizadas. En los primeros nueve meses del año (los datos oficiales están actualizados a 30 de septiembre) se han registrado 3.789 operaciones de compra venta en la provincia. Y de ese total tan solo 758 -en el mejor de los casos- han salido del sector, mientras que las otras 3.031 lo han hecho de ese stockaje que han ido adquiriendo los bancos. Dicho de otra forma, las pocas promociones que se han puesto en marcha en los últimos años no encuentran clientes porque además, según denuncia el sector, los pocos que existen se los llevan las entidades bancarias: "Ha habido más de un caso, en el que el promotor ha llegado con un cliente a un banco y al final el banco se ha quedado con el cliente, porque le ha ofrecido otro piso en unas condiciones que no podía rechazar", denuncia Mateo.

El volumen de venta que registra el Instituto Nacional de Estadística deja al descubierto una evolución negativa de enero a septiembre que se queda por debajo de los niveles de hace un año (ha caído un 52%), cuando los efectos de la crisis ya se habían dejado sentir de lleno primero en el ámbito de la promoción y, después en el de la construcción.

El mercado de la vivienda usada es el que más está sufriendo y acumula ya una caída del 66% en lo que va de año (sólo se han vendido 1.243 pisos este año frente a los 3.672 que se transmitieron en los nueve primeros meses de 2008), mientras que el de la vivienda nueva retrocede un 40% respecto a los niveles del año pasado (se han vendido 2.546 cuando doce meses atrás el balance dejaba 4.210 operaciones).

Con todo y después de dos años sin levantar cabeza, lo que se tiene claro desde el ámbito empresarial es que el negocio tradicional está agotado y el futuro pasa por un cambio de modelo que sea capaz de mantener la viabilidad que reclama el sector.