Si bien la declaración se refiere a todo el ámbito provincial, el estuario del Tinto y Odiel es un referente paradigmático del caso que nos ocupa. Por ello es importante conocer la realidad física de este estuario, para entender su conformación y evolución en los últimos 10.000 años, que por otro lado y dentro de la escala temporal, es a partir de este momento desde el que se puede tener claros vestigios de la actividad del hombre en contextos susceptibles de ser abordados desde planteamientos metodológicos de la arqueología subacuática.

La consolidación del núcleo de Huelva durante la época romana y medieval, y el surgimiento de nuevos núcleos de población como la propia Saltes configuran un panorama arqueológico de indudable interés, razón por la cual se constituye el estuario Tinto-Odiel en uno de los lugares de la provincia con una mayor densidad de yacimientos arqueológicos, lo que unido a la reciente intensificación de la presión antrópica y a la consecuentes modificaciones del medio que ello trae consigo, han condicionado que este estuario sea el lugar de la provincia que tenga la densidad de yacimientos arqueológicos que se han singularizado dotándolos con regímenes jurídicos de protección, en atención a la legislación estatal o autonómica.