La Sierra peregrinó ayer hasta la Peña de Arias Montano para venerar a su patrona, la Reina de los Ángeles coronada, y no faltar a la tradición histórica en la gran cita romera de la comarca. Porque la Reina de los Ángeles es la imagen religiosa con mayor devoción en la zona norte de la provincia de Huelva. Ayer se celebró la 92ª romería, tal y como se conoce dicha jornada, ya que se celebraba con anterioridad por ser una tradición muy antigua. De hecho, los orígenes de la actual romería están al amparo de la Hermandad Matriz de Alájar.

La devoción a la Reina de los Ángeles se volvió a demostrar una vez más en todos los pueblos con una afluencia masiva: 90 carrozas y charrés (20 más que en 2015) y 300 caballos (60 menos que en la pasada edición). Según Protección Civil, en la Peña se congregaron algo más de 5.000 personas, cifra similar a las de los dos últimos años, cuando la romería se celebró en martes y lunes, respectivamente. Sin embargo, hace tres y cuatro años, cuando se celebró en fin semana, la cita congregó a entre 7.000 y 8.000 personas.

La romería discurrió con normalidad, aunque en la entrada de hermandades hubo un ligero retraso, en parte provocado porque Aracena entró media hora más tarde de lo previsto. Pero en general no se excedieron mucho los horarios establecidos, difíciles siempre de cumplir al contar la entrada de diez hermandades por dos vías posibles, en un recinto pequeño y con una gran aglomeración de personas.

La romería de Alájar contó de nuevo con diez hermandades. El orden de entrada fue el siguiente: Alájar, Aracena, Sevilla, Fuenteheridos, Linares de la Sierra, Nerva, Castaño del Robledo, Santa Ana la Real, Campofrío y Galaroza. La entrada a la Peña de todas ellas estuvo acompañada por los sones de la Banda del Cerro del Andévalo, el sonido del tamboril y el recibimiento como anfitrión de los miembros de la hermandad de la Matriz.

Bonita estampa siempre la subida hacia al bello Santuario de la Peña, con mucho público alrededor, rezos y el clásico canto de la Salve a las puertas de la ermita. Otra imagen destacada fue la colocación de los carretones de cada hermandad delante de la espadaña del recinto. Tras entrar Galaroza, tuvo lugar la procesión por todo el recinto, con la presencia corporativa de miembros de las respectivas juntas de gobierno.

Uno de los momentos más emotivos de la procesión fue cuando la imagen fue dirigida al mirador, junto a la espadaña, para que viera al pueblo de Alájar, estos días en fiestas, y venere por su población al ser su patrona. Y después de la misa, llegó el momento de convivencia y hermandad, degustando los productos típicos de la zona y bebidas más sugerentes.

La hermandad de Aracena volvió a ser la más multitudinaria en la Peña, fruto de la destacada devoción de este pueblo a la Reina de los Ángeles y por ser la población más numerosa de la Sierra. Por la tarde cada hermandad, según su horario, preparó el camino de vuelta. El momento de la llegada al pueblo fue muy emotivo para los vecinos.

Las hermandades tuvieron un camino de ida y vuelta con unas temperaturas agradables, frente al intenso calor de los días previos y comienzos de semana. De hecho, durante buena parte de la jornada corría brisa, y por la mañana en la salida de algunos pueblos llegó a hacer hasta frío matinal.

Según Protección Civil, no hubo incidentes importantes a reseñar, más allá de algunas personas mareadas, pequeñas caídas o algún caballo nervioso ante tanto tumulto de personas que se resbaló en el empedrado. Aun así, la romería no acaba realmente hasta que todas las hermandades no están de vuelta a sus pueblos, hecho que ocurrió en algunos casos bien entrada la noche o madrugada de ayer. Las hermandades más lejanas son las mineras Nerva y Campofrío y de la Sierra Aracena.

La de ayer fue la primera romería para las nuevas juntas de gobierno de las hermandades de Aracena, Fuenteheridos y Galaroza. La Matriz de Alájar entró bajo una joven junta gestora, al no haberse presentado candidatura alguna para llevar los destinos de la hermandad.

Entre las novedades, destacó la instalación de una zona habilitada para la estancia de los caballos, con un gran pilar de agua para que los animales bebieran sin ser trasladados por el recinto a otros lugares. Además fue el primer año del intento serio de la organización de que los peregrinos de las carretas no se quedaran en la zona de abajo, de modo que subieran a la zona de arriba, donde se congrega un mayor número de personas. Todo ello para facilitar la organización y garantizar un mayor control en posibles casos de emergencia.

El domingo será el popular y tradicional voto a la Reina de los Ángeles en la Peña, donde se podrá disfrutar de nuevo de la imagen coronada en procesión, haciendo el mismo recorrido que ayer.