El 4% de los adultos y el 8% de los niños de la provincia de Huelva padecen asma bronquial, aunque la mitad de estas personas lo desconocen. Esto impide que puedan recibir el tratamiento adecuado para el control de su enfermedad, una situación que favorece que esta patología respiratoria se convierta en un creciente problema de salud pública. En elevados porcentajes, el asma bronquial está vinculado con las alergias y de ahí la importancia que el seguimiento de esta patología ganará en las próximas semanas con la irrupción de la primavera.

Con motivo de la celebración del Día Mundial del Asma, que tuvo lugar ayer, la sociedad científica que aglutina a los especialistas en Neumología y Cirugía Torácica del sur de España (Neumosur) hizo un especial llamamiento tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes para revertir los elevados datos de prevalencia existentes.

El neumólogo del Complejo Hospitalario de Huelva (CHUH), Antonio Pereira, explicó que el asma vinculado a las alergias es el 85% de los casos en lo que se refiere a la población infantil y el 40% en adultos. Pese a que todo da a entender que la incidencia del asma bronquial crecerá en los próximos años como consecuencia del aumento de las alergias, Pereira fue optimista apuntando la eficacia de los nuevos tratamientos: "Desde la década de los 90 ha habido una auténtica revolución que ha venido de la mano de los corticoides inhalados". Tal es así que el 95% de los asmáticos ha experimentado mejoras más que sustanciales en su estado de salud.

Huelva no es un lugar en el que haya una mayor incidencia de asma bronquial que la media española. Sobresale, sin embargo, en lo que respecta a los síntomas. Pereira, que es autor de diversos trabajos de investigación sobre el esta patología, explicó que esos síntomas como las sibilancias (pitos) pueden tener su explicación en fenómenos como el mayor índice de tabaquismo en la población onubense, la contaminación o el comportamiento de los vientos. Junto a ello, hay un elemento que "hace que incluso detone el asma en personas que en principio, no tenían ningún síntoma o predisposición: las partículas procedentes de la combustión de los motores diesel".

Se calcula que en la población infantil se registran sibilancias en el 11% de los casos; en la adulta, en el 21,6%. De una manera más global, la población onubense que presenta síntomas asmáticos -no asma diagnosticada- es del 14,8%. Cabe indicar que junto con los pitos, los otros síntomas que pueden presentarse son la dificultad respiratoria y la tos.

El neumólogo del CHUH remarcó que "el asma es un síndrome que con el paso del tiempo puede convertirse en algo crónico" y de ahí la importancia de su diagnóstico. La razón por la que haya tanta gente sin saber que es asmática se encuentra en el hecho de que "presenta síntomas de manera periódica; en otros casos, si la persona es fumadora, piensa que lo que siente es algo normal provocado por el tabaco y no piensa que se trate de síntomas de un asma bronquial".

Recientes estudios realizados por socios de Neumosur han puesto de manifiesto, por otro lado, que en casi el 90% de los centros de salud andaluces existe un espirómetro, la herramienta indicada para un correcto diagnóstico de asma. Tal es así, que los neumólogos andaluces han hecho un llamamiento a sus compañeros de Atención Primaria para optimizar el uso de estos equipos y desde su nivel, poder trabajar por diagnosticar el mayor número posible de casos y que los pacientes puedan comenzar a recibir su tratamiento cuanto antes. Datos recientes apuntan a que el gasto anual medio de la Sanidad pública por paciente asmático es de 1.533 euros, aunque esta cifra podría ser aún mayor si se le sumaran los costes indirectos y la creciente prevalencia de la enfermedad.