Huelva

Santa Fe: una lucha sin cuartel

  • La solicitud de apertura del expediente de BIC activa el enésimo intento de rehabilitación del edificio tras una década cerrado Colectivos sociales, culturales y vecinales reclaman su participación en la definición de su nuevo uso

El antiguo mercado de Santa Fe, singular y emblemático edificio ubicado en el paseo homónimo de Huelva capital, se muere esperando su rescate, aunque el cambio de signo político en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento ha reabierto una puerta a la esperanza que sólo la resistencia ciudadana ha evitado que se cierre a cal y canto. Caduco, el que habría de ser por su singularidad una de las joyas vivas del exiguo patrimonio histórico local languidece, sin embargo, a la espera de ser reanimado por los dirigentes de una clase política que, a contracorriente de la voz ciudadana, se ha limitado en la última década a pasarse el proyecto de mano en mano como si de una patata caliente se tratase.

Pero la historia del edificio recibió en el último Pleno municipal un nuevo impulso para la esperanza con la aprobación por parte de todos los grupos políticos de la petición a la Junta de su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), fraguada durante el anterior mandato, aunque no pasó nunca de un estado larvario.

Se tata del primer paso en la hoja de ruta que ha desempolvado el Consistorio, una vez desechada la privatización, en la que se antoja imprescindible la incoación del expediente como BIC para poder pasar a un segundo estadio de rehabilitación mediante la solicitud de fondos al Ministerio de Fomento con cargo al 1% Cultural, el mismo procedimiento que ya se usó en su día para rehabilitar el Muelle del Tinto, en el que se invirtieron 14 millones de euros.

Avalada la solicitud por el exhaustivo informe que hace unos años elaboraron Miriam Dabrio y Rocío Rodríguez, arquitecto y arqueóloga municipales, respectivamente, que lo catalogan como un ejemplo de la arquitectura industrial único en el mundo, el Consistorio abandera una nueva cruzada administrativa para recuperar para la ciudad un edificio cuya restauración han reivindicado en numerosas ocasiones colectivos sociales y culturales, ávidos de nuevos espacios que enriquezcan el patrimonio.

Un gesto que, a expensas de la incoación, vuelve a reactivar el debate sobre el uso que ha de dársele a un espacio cuya restauración ha sido largamente demandada.

Desde que el edificio, proyectado en 1899 por el arquitecto municipal Manuel Pérez González ante el nuevo horizonte que se abría en la transición de una villa señorial a una ciudad industrial, volvió en 2005 a titularidad municipal tras el traslado de la comisaría de Policía Nacional que albergó hasta entonces a su actual emplazamiento, no han sido pocos los intentos infructuosos de rescatarlo de la huella del paso del tiempo con innumerables propuestas de reconversión que no han terminado de cuajar ante la incertidumbre que ha sembrado la desidia municipal.

Uno de esos colectivos sociales que en los últimos meses más han bregado por que la demanda ciudadana no caiga en el olvido es la Plataforma Cultura y Sociedad Periferias, que recientemente comenzó su andadura con la celebración de unas jornadas de concienciación sobre el patrimonio en las que acaparó gran parte de protagonismo el antiguo cuartel.

Periferias sostiene que, pese a estar protegido por el planeamiento urbanístico desde hace muchos años, no ha sido una garantía suficiente para evitar "su evidente falta de conservación".

"Ahora se promueve su incoación como BIC, iniciativa que refuerza el reconocimiento de su valor arquitectónico y para la memoria colectiva de la ciudad, pero el mantenimiento de las buenas condiciones de este edificio depende de las políticas de conservación y puesta en valor que las administraciones competentes lleven a cabo dentro del plan de sostenimiento del patrimonio social y cultural de la ciudad, sea de titularidad pública o privada" subraya la asociación, que denuncia que dicho plan "ha sido inexistente durante las últimas décadas, probándolo el deplorable estado de edificios" como el mercado de Santa Fe, la antigua cárcel, el Colegio de Ferroviarios, el Banco de España, la antigua Hacienda, el Barrio Obrero o los escasos vestigios de la arquitectura burguesa de los siglos XIX y XX.

La plataforma sostiene que en el centro histórico se ha apostado por la renovación "en lugar de la rehabilitación", lo que ha provocado, a su juicio, "la pérdida de muchos edificios que sostenían la identidad urbana de Huelva".

Periferias defiende que la recuperación del antiguo mercado de Santa Fe pasa "por integrarlo dentro de un proyecto de ciudad en el que cada uno de sus espacios, construidos o libres, forme parte de un conjunto, de una red que equilibre centro y periferias" de tal forma que el papel de cada espacio "habría de entenderse no sólo desde su individualidad, sino también en la medida en que contribuya al mencionado proyecto de ciudad, para lo que es indispensable definir previamente cuál es la identidad de Huelva".

En este sentido, apela a la voz de los onubenses. "Las administraciones -apostilla- han de tener en cuenta que la sociedad debe asumir un papel vital en este proyecto; han de abrirse canales de comunicación en ambos sentidos, dando entrada a la participación en la toma de decisiones".

La performance que sobre el Mercado de Santa Fe organizó Periferias el 30 de octubre, propiciando la simbólica apropiación ciudadana del edificio mediante su envoltorio en celofán "marcó ya este camino". A juicio de la plataforma, el edificio "tiene una gran presencia en la memoria, visual y afectiva, de la ciudadanía", por lo que la intervención "debería ser pues cautelosa, teniendo en cuenta los valores emocionales y las aspiraciones de la sociedad" que han de canalizarse mediante un proceso participativo "que decida de la mejor manera posible el destino de los distintos espacios que conforman nuestra ciudad".

Una visión que sintoniza con la que promueve el Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva (COAH), que desde hace años enarbola la bandera en la lucha por la recuperación de un inmueble sobre cuyo uso abre el abanico a las numerosas propuestas que ha ido aportando la sociedad.

"Presenta múltiples posibilidades, puesto que es un contenedor perfecto al poder acoger todo tipo de usos, siempre desde un punto de vista dotacional ubicado en el epicentro de la ciudad" subraya la decana del COAH, Noemí Sanchís, que abre la puerta a los diferentes usos que se han barajado teniendo en cuenta que, aunque con evidente deterioro exterior, la estructura presenta un buen estado de conservación para erigirse en un edificio contenedor. "Se han propuesto un mercado gourmet, una sala de arte y oficios, un museo, etc. Posibilidades factibles si se tiene en cuenta que de cara a la recuperación del edificio, su estructura metálica, que es lo que lo hace singular, está en buen estado, aunque sí sería necesario sustituir el cubrimiento, por el deterioro que presenta", señala la decana de la institución, para quien, "quizá podrían proponerse usos vinculados al objetivo de salud y bienestar que persiguió el arquitecto autor del proyecto, comprometido con la búsqueda de medidas para acabar con la insalubridad a la altura de los países europeos".

En este sentido, instalaciones deportivas, terapéuticas, centros sociales, asistenciales o mediatecas "podrían resultar muy adecuados, máxime si se vinculan a la recuperación simultánea de los espacios públicos que lo circundan".

Por su valor histórico, arquitectónico, urbanístico y artístico, Sanchís advierte de que "urge encontrar fórmulas de financiación que hagan viable su rehabilitación y puesta en uso, respetando siempre la función dotacional que le destina el planeamiento".

En su empeño por sensibilizar a los onubenses, el COAH ha tratado de difundir sus valores y acercarlo a la población durante la Primera Semana de la Arquitectura de Huelva, con la conferencia que impartieron Miriam Dabrio y Rocío Rodríguez, autoras del informe en que ha fundamentado el Ayuntamiento su petición de declaración como BIC. A ello hay que sumar el primero de los concursos urbanos Huelva Apunta, del que formó parte el antiguo cuartel, como ejercicios de reflexión que pudieran servir de base a la revisión del PGOU de Huelva y la recuperación de edificios de alto valor patrimonial.

Pero si hay un colectivo que desde que recuperó la titularidad municipal lleva reivindicando la regeneración y adecuación del emblemático edificio esa es la Asociación de Vecinos de San Pedro y San Sebastián, que no arroja la toalla en su sueño de verlo reconvertido en el espacio sociocultural del centro de la ciudad para satisfacer las carencias y desigualdades que, en este apartado, denuncian que sufren los vecinos del casco histórico.

"Venimos reivindicándolo como el centro social del que carece el centro, a diferencia de otros barrios. Ante la pretendida privatización del espacio por el anterior gobierno municipal, nuestra asociación puso este despropósito en manos del Defensor del Pueblo Andaluz, lo que afortunadamente se paralizó ya que hubiésemos perdido un espacio público que seguimos demandando" asegura el portavoz de la asociación, Manuel Liste, para quien "aun cuando la actividad vecinal no la reclamamos en exclusiva, los vecinos del centro también debemos sentirnos barrio y nadie nos puede quitar el derecho a reivindicar este espacio como centro social para todos".

Para ello, la asociación reclama una restauración "factible y accesible" que permita disponer del edificio para uso y disfrute de los ciudadanos cuanto antes y no una restauración demasiado ambiciosa "o inasumible" que la enquiste más perpetuando la desidia municipal de estos 10 últimos años y acentuando los daños que amenazan un óptimo estado de conservación, imprescindible para su enésima reencarnación.

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