La recordada maestra onubense Adela Carmona Cuñales cumplió cien años el pasado 1 de enero. Nació "con las uvas" el 1 de enero de 1916. Hija de Amparo Cuñales de los Reyes, natural de Gibraleón, y de Severiano Carmona Buenajera, oriundo de la población extremeña de Magacela y conocido comerciante de la Huelva del primer tercio del siglo veinte, en la que regentaba un gran comercio en la Calle Botica -hoy Mora Claros-, y de la que fue además presidente del Comercio, además de uno de los fundadores de la Hermandad de La Buena Muerte, a la que regaló el primer Cristo que procesionó con la cofradía.

La mediana de nueve hermanos, hizo sus estudios primarios y medios en el colegio de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda, que junto con su familia, infundieron en ella un espíritu profundamente cristiano, que le ha acompañado durante toda su vida. Cursó el Plan Profesional de Magisterio. Tuvo su primer destino en Paterna del Campo pasando luego a la desaparecida escuela que se encontraba en el piso alto del edificio donde se ubicaba el parque de bomberos, en la esquina del la Calle Puerto con el Paseo de Santa Fe. Entre las diversas escuelas en las que ejerció su magisterio destacan el desaparecido colegio San José, en la calle del mismo nombre, el colegio Manuel Siurot y el Colegio José Antonio, hoy Juvenal de Vega en el barrio del Higueral, en el cual se jubiló.

Casada con José Luis Vicente Montes, oficial del Ejército y miembro del Cuerpo Superior de Policía, que falleció en 1991, tiene dos hijos, José Luis y Severiano Gabriel y tres nietos.

Educadora de varias generaciones de onubenses, muchos de los cuales todavía la reconocen y la saludan por la calle, destacó siempre por su simpatía, su buen humor, su talante conciliador y emprendedor y sus cualidades artísticas, especialmente para la pintura.

Aquejada de alzhéimer desde el año 2010, asiste cotidianamente al Centro de Día Juventud y Experiencia, de la Fundación Santa María de Belén y es atendida en casa por sus hijos y cuidadoras.